A la manana siguiente nos levantamos muy pronto. No son las 6 y media de la manana y ya estamos desayunando. Como todo lo que puedo para tener energias. Ademas me llevo varias pastillas de Isostar, para mi, y para mis companeros.
Tenemos que recoger las mochilas porque, aunque la tienda la vamos a dejar en el sitio, conviene dejar nuestras cosas donde el resto de la gente va a pasar el dia, mientras nosotros hacemos el intento a Pangachula.
La manana esta soleada y parece asegurado el buen tiempo para todo el dia. Cunado llegamos a la zona de la pradera donde estan instalados el resto, veo que sachion y Tejbir no parecen listos. Efectivameete, nos dicen que vayamos subiendo nostros y que, probablemente, ellos solo subiran hasta algun punto desde el que puedan hacer buenas fotografias.
Elo, acuerda con ellos que les dejara senales para que nos puedan seguir. La subida inicial es la misma que hicimos ayer para el Koari Pass. Subo mejor todavia. Cunado llegamos al collado donde tenemos que desviarnos, Elo, deja una clara senal en el suelo, y tomamos, directamente la cresta que parte del collado hacia la izquierda y que sube, directamente, a un primer pico intermedio. La subida es dura, de porcentaje, pero el suelo es comodo para andar, pradera de alta montana y solo es necesario ir despacio para coger el ritmo.
A la media hora de subida continua, superamos el pico, y veo (Elo ya lo sabia), que no es mas que el extremo sur de un nuevo collado, y que la cresta vuelve a relanzarse hasta otro pico intermedio en el que ya hay bastante nieve. Las vistas son increibles y pienso en hacer fotos, sin embargo decido que es mejor hacerlas cuando haya llegado arriba del todo. El Pangachula se ve bastante cerca ahora, aunque, para alcanzarlo, aun deberemos superar dos picos intermedios mas, siguiendo la cresta, que es el camino que yo imagino tomaremos.
Solo llevamos andando hora y media y yo calculo que tardaremos otro tanto. Sin embargo, abajo, habiamos calculado entre cinco y seis horas para subir, y unas tres para bajar
En ese momento, no tengo ninguna duda de terminar. Me encuentro muy fisicamente y he cogido un ritmo que, aunque es lento, me permite no parar en ningun momento y sentir que mi reserva de energias esta casi intacta. En el cielo no hay ni una sola nube y nos da el sol, sin emabrgo la temperatura no sube mucho, porque desde el valle, llega un viento fuerte y bastante frio.
De repente Elo, abandona la cresta y empieza a bajar por una ladera empinada. Parece que se propone, en lugar de seguir por la cresta, atacar Pangachula en linea recta. A mi no me hace mucha ilusion lo de bajar. Con el esfuerzo que cuesta subir, como para regalar metros. Sin embargo sigo obediente.
Ya en la falda de Pangachula, atacamos directamente y enramos en una zona en la que se salpican trozos de nieve con otros, cada vez mas escasos, limpios. La marcha se hace mas lenta porque aqui ya no hay camino y hay que buscar donde poner los pies. La nieve, ademas, a veces esta helada y es facil resbalar. En todo caso sigo animado y andando con ritmo sostenido.
La nieve aumeta y ahora, en ocasiones, debemos cruzar zonas en las que nos hundimos por encia de las espinillas. Cuesta mas esfuerzo y, ademas, no se como Elo, no tiene problemas con el calzado tan deficiente que lleva. Sin embargo parece una cabra. No duda ni una sola vez, a pesar de que ahora, hay mas nieve helada que otra cosa.
Superamos un par de rampas fuertes y entramos en un campo de rocas. Parece como si el pangachula, hubiera sido mas alto en origen, pero que la cresta rocosa se hubiera desmoronado, dejando grades bloques graniticos, de entre 2 y 4 metros de altura, por todos sitios. Elo, entra directamete en el campo. Cuando yo intento imitarle, me doy cuneta de la dificultad del asunto. Entre las rocas, hay grandes agujeros, donde es facil meter una pierna y tener un percance, y ademas algunas estan secas (las que les da el sol), otras mojadas, y otras tiene una capa donde se supone que habria que apoyar el pie.
Recalculo el tiempo que necesito. Ahora no dudo en que, como minimo, necesitare 4 horas para alcanzar la cima. No es que parezca qu este muy lejos, pero para mi andar en estas condiciones es dificil. No quiero correr el riesgo de, por ir rapido, fracturarme algo. Este ano con la fractura de clavicula tengo mas que suficiente y, ademas no quiero ni imaginar como las pasaria hasta poder salir de aqui con una pierna rota.
Elo, no parece ni inmutarse, pero mi ritmo desciende notablemente. No es que este cansando mucho mas, pero la tension de estar todo el rato haciendo equilibrios, no es lo mismo que simplemente concentrate en el esfuerzo de subir. Seguimos subiendo asi al rededor de una hora. En alguna zona que tiene menos rocas la capa de nieve es de mas de treinta centimetros y tambien se hace duro. Mis reservas energeticas empiezan a bajar. me tom ua pastilla de Isostar. Por priera vez tengo que hacer alguna parada corta para recuperar el aire. Ademas del ligero dolor de cabeza, que llevo padeciendo desde que empezamos a nadar hace tres dias y nunca me ha abandonado completamente, paso a uno mas severo y que me obliga, en ocasiones, a cogerme la cabeza con las manos y calarme mas hondo el gorro para evitar el sol que, creo, acentua el dolor.
Le muestro alguna reserva a Elo sobre la ruta elegida, insinuandole, que hubiera sido mejor seguir por la cresta. Sin embar,go el asegura que por aqui es mas corto y facil. Otras dos empinadas laderas llenas de rocas son nuestro siguiente reto. Lo paso muy mal. Tan pronto estoy hundido hasta caso la cintura en nieve, como a punto de resbalar en una placa de hielo, como bailando sobre las puntas de mis botas es una afilada roca. Paro constantemente para coger aire y, por primera vez, empiezo a no poder visualizarme en la cima.
Sin embargo sigo adelante. A pesar de llevar solo uas cuatro horas andando, mis fuerzas se estan agotando. Elo me explica que es una combinacion del tipo de terreno y de que es mi primera vez en altura. Ahora estaremos por encima de los 4.600 metros, partiendo de unos 3.200 (el nuevo campamento esta mas bajo que el primero), asi que es normal que me cueste mas que en una marcha por el Pirineo.
La cabeza cada vez me duele mas. Seguimos adelante y tiro ya unicamente de fuerza de voluntad. Quiero subir al Pangachula y grabar un video desde arriba en el que se vean todas las inmensas cimas de alrededor. Me concentro en el esfuerzo, bajo la cabeza, trato de regular la respiracion y de poner los pies lo mejor posible para no caerme en un agujero. Sigo una hora mas. Ahora si que estoy realmente agotado. Llegamos a un pequeno monticulo, desde el que parte, la ultima ladera, la mas empinada hasta el momento, que termina en el pico.
Decidimos, mas que nada porque yo se lo ruego a Elo, para a comer aqui. Siento que si no recupero algo, voy a ser incapaz de terminar, y deposito todas mis confianzas en sentirme mejor despues e haber metido algo en el estomago. Engullo tres tortillas de harina, que me sirven para enrollar unos trozos de verduras y patatas cocidas. No teneos mucha agua porque Elo nunca coge para el. Sin embargo, cuando le ofrezco, si que quiere, asi que el litro que habia acarreado, en seguida se queda en nada.
El dolor empieza a incrementarse aun mas y ahora ya no puedo ni disfrutar del paisaje. estoy todo el tiempo con la cabeza metida entre las rodillas y sujetandomela co las manos. El resto del cuerpo, esta cansado, pero bien. Elo empieza a preocuparse. me dice que la ultima parte es la mas dura y que ademas la vuelta tampoco es facil.
Hasta ahora no lo habia pensado pero, en este tipo de terreno, la bajada puede ser mas dura que subir. Empiezo a plantearme no terminar. Es lo inteligente, pero me da una rabia tremenda. Elo insiste en que es mejor no correr riesgos con el mal de altura. Le pido unos minutos para decidir. El dolor aumenta y toma la decision por mi. La ultima subida significaria unos 200 metros de altitud mas y, se aqui ya estoy que no me tengo, imagino lo poco que podria disfrutar de hacer cima.
Grago un video desde donde estoy. Balbuceo y no consigo parecer muy contento mientras hago mi narracion. Le digo a Elo que bajemos. Se alegra. Me dice directamente que intentarlo, tal y como he hecho la ultima parte, nos hubiera puesto en peligro a los dos. Le pido por favor, que me intentesacar del campo de rocas y que nos dirijaos a algun sitio donde pueda afirmar los pies en tierra "firme". Nos dirijimos, sin bajar mucho todavia, hacia el oeste, intentato acercarnos a la cresta por la que yo estaba seguro de que ibamos a seguir.
La marcha es penosamente lenta. No es facil escapar del campo de rocas e incluso, al rato,creo que hemos elegido un al camino. Me quedo atras. Como a la media hora tengo mi primer traspies. Me golpeo una rodilla, pero estoy bien. No salimos nunca y ahora, por miedo a hacerme dano otra vez, voy cada vez mas despacio. Tengo un par de dolorosos resbalones mas. Bajando se hace mucho mas dificil mantener el equilibrio. Me empiezo a enfadar. Elo me mira un poc preocupado.
En el cuarto tropezon, empiezo a maldecir en Espanol. Elo me hace senales que yo interpreto como ua explicacion de como debo poner los pies. Descargo mi frustracion con el y le digo, en espanol, que para el es muy facil que ha nacido alli. El no entiende lo que digo, pero creo que e comprende perfectamente. Esta serio y yo tambien. le digo varias veces que busque un camino, pero el me dice que en esta zona no hay caminos. Se me hace interminable. Mucho mas que en la subida.
Al final salimos de las rocas y entramos en unas laderas nevadas. A pesar de intentar clavar talon y echar el peso para atras, me caigo varias mas. Es frustrante pero, al menos, es menos doloroso, y ademas avanzamos mas rapido. En una hora mas, llegamos a la zona donde se alterna la nieve y la vegetacion. Esta todo muy mojado porque el sol lleva varias horas calentando, y me resbalo varias veces. En una de ellas, instintivamente, apoyo mi btrazo derecho en el suelo y todo mi peso cae sobre la clavicula mala. Duele pero aguanta bien. Es la primera vez que la someto (aunque haya sido involuntariamente) a un esfuerzo tan directo y ha resistido. Le pido a Elo parar varias veces.
Al final llegamos a la zona donde abandonamos la cresta. Por fin,veo la luz al fial del tunel. Llevamos unas 7 horas andando, pero al menos se, que superado un pequeno repecho, el resto es bajar pr praderas, bastante comodas para andar, libres de nieve, hielo y rocas. El dolor de cabeza a descendido y me relajo. Elo va por delante y yo voy muydespacio, pero ahora ya estoy tranquilo porque se que lo que queda, aunque largo, es muy facil.
Mientars bajo, hago repaso mental de la experiencia. Me sonrio y disfruto. Incluso pensando en o mal que lo habia pasado. Al fin y al cabo, eso es lo que queria sentir. Llevar el cuerpo hasta el limite el esfuerzo. Sentir lo vulnerables que somos en un entorno hostil. Experimentar, aunque en escala reducida, lo que los expedicionarios que intentan las grandes cimas del Himalaya.
Para terminar de completar las sensaciones, desde detras de la montana, aparecen unos nubarrones negros como el carbon. Se ha levantado un potente viento que me deja helado y todo parece indicar que viene una tormenta. Parece que fue inteligente no intentar la ultima subida. No quiero ni pensar, como lo habria pasado en la bajada de haberlo intentado.
A Elo ya casi ni lo veo. Coo el resto del camin es muy facil, imagino que quiere llegar al campamento antes para preparar te y hervir agua. O eso, o esta enfadado por mis juramentos en Espanol.
Una hora mas tarde entro en el campamento. Como estoy agotado me voy directamente a la tienda a tumbarme y ponerme ropa seca. Elo me trae te caliente, que me sienta de maravilla, y la botella de agua. El dolor de cabeza se me ha pasado bastante, sin emabrgo, no tanto como para ir a buscar lena.
Hoy no puedo ayudar e nada y dejo que Elo, lo haga todo. Despues de terminar el Trekking esta las siguientes tres horas sin parar. Me doy cuneta cada vez mas de lo duro que es su trabajo. Que diferente de la imagen romantica que le veia el primer dia, en el que me parecia uno de los mejores trabajos que se pueden tener. Pero no, llevamos en pie desde las 6 de la manana, son las seis de la tarde y aun no ha parado ni un segundo. Le preguto si esta cansado y me dice que no, pero que le duele la cabeza como a mi. Por el mal de altura? le insisto. Se sonrie: No, no. Simplemente me duele la cabeza.
Encendemos un gran fuego. Pongo las botas a secar. Cenamos, arroz con Dalh, chapatis y as te. Me siento mucho mejor. La noche se sucede tan tranquila como la anterior. Charlamos, leo algun rato y nos acostamos pronto. Estoy muy contento a pesar de no haber podido terminar Pangachula. Manana solo queda bajar a Tapovan, asi que practicamente el trekking ha terminado. Puedo decir que ha colmado mis expectativas.
Dureza, contacto con la naturaleza, tiempo para pensar, volver a dormir en tieda de campana (el suelo es mas incomodo de lo que recordaba) y unas vistas insuperables.
Sobre las nueve, nos vamos a la tienda. En cinco minutos, Elo esta roncando, y yo, debo de tardar dos minutos mas.
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