Al fin, en el lugar mas inhospito de todos los que he estado en India, me siento absolutamente relajado, sin preocupacions, feliz. Estoy en un campamento a unos 3.600 metros. La temperatura rondara los 2 grados sobre cero, y esta noche caera hasta los 5 bajo cero. Sin embargo, hemos hecho un fuego, tomado chai y, arropado con toda mi ropa "high quality" contemplo la afilada y blanquisima cima del Nanda Devi.
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Por la manana habia quedado con el guia en la puerta de al agencia (Eskimo adventures). Antes en la habitacion del hotel, tenia que preparar cientificamente mi mochila pequena (para andar), con todo lo necesario para el trekking, y dejar el resto en el hotel, que, por cierto, no me quieren cobrar nada.
Cuando llego a la agencia, el dueno y mi guia (Elo), miran y remiran mi mochila, y al final me explican que necesito una mas grande porque, como no he querido contratar porteador (o mulo), tengo que cargar con la tienda y parte de la comida. No pasa nada, vuelvo al hotel, recojo la mochila (solo media hora despues) y vuelvo a la agencia. Hacemos el traspaso de mis cosas y meto tambien el material que me dan. Me la pruebo y pesa un quintal. Si ya tenia dudas acerca de mi capacidad para hacer el trekking, ahora ya estoy casi seguro de no poder. Sin embargo la carga de Elo es aun mayor. Lleva el resto de la comida, los aparatos para cocinar, 5 litros de keroseno y no se cuantas cosas mas.
El dueno de la agencia, se prueba mi mochila y dice que pesa poco, asi que decido seguir adelante con la broma.
Nos vamos a desayunar juntos. De paso me realizan sustanciosas ofertas por todo mi material de montana. Me dicen que no lo voy a necesitar en el resto del viaje (les he contado que voy a bjar hacia el sur) y ellos tiene problemas para conseguir esta clase de material. Intentando ser lo mas amble rechazo sus ofertas. Me da un poco de pena, y es verdad, que yo podria recomprarlo todo en un dia a la vuelta, pero le tengo carino a mis botas, pantalon, polar, etc.., han hecho muchos kilometros conmigo y no me quiero desprender de ellos.
Elo, como todo equipo lleva unas zapatillas, pantalones finos, camisa y una cazadora vaquera muy ligera. No lleva guantes ni gorro.
Tomamos un taxi hasta auli. Esta a unos 2.800 metros. La primera parte es dura y bastante aburrida porque transcurre remontando las pista de las estacion de esqui. La mochila me pesa una barbaridad y, a los veinte minutos de acarrearla cuesta arriba, me estoy arrepintiendo de no haber elegido la opcion porteador. Lo unico que me tranquiliza es que me han dicho que el primer dia, el lugar donde vamos a acampar, no esta muy lejos. Sin embargo me esta costando coger el ritmo y voy muy despacio. Me tomo un pastilla de Isostar.
Una vez superado ese primer tramo, entramos en un bosque y, por primera vez desde que llegue a India, veo un espacio limpio, con aire puro y donde, aparentemente, la naturaleza aun reina. No se si es el efecto de la glucosa, o que el paisaje es mas estimulante, pero empiezo a encontrarme mejor. Rompo a sudar (siempre ha sido la senal de que mi cuerpo empieza a funcionar bien cuando hago deporte), regulo mejor la respiracion y siento mas energias. Sin embargo la mochila sigue siendo una tortura para la espalda y, sobre todo, para mi maltrecho lado derecho.
Salimos a unas praderas con una maravillosa vista del Nada devi y el resto de picos de los alrededores. Cada vez me diento mejor, el sol calineta en lo alto y he logrado ajustar mejor la mochila para que no cargue tanto en los hombros y si, mas en el pecho y rinones.
Elo, para de vez en cuando, y como ahora me encunetro tan bien, incluso me molesta. Sin embargo, no digo nada, porque tengo cuatro dias por delante de trekking, asi que tampoco quiero confiarme. El paisaje es sobrecogedor. Sobre la cima del Nada Devi se ha formado una nube que parece coronarlo. Es una montana sagrada para los Indios y la verdad es que no cuesta mucho imaginar porque.
Seguimos subiendo unas dos horas mas, y al final mi momento de euforia se evapora y empiezo a estar realmente cansado. Paramos a comer y lo agradezco. Tomo un par de chapatis, en los que enrollo unas patatas guisadas con bastante picante. De postre un platano. Tenia tanta hambre que todo me dura cinco minutos.
Despues de comer me he quedado frio y me cuesta arrancar. de hecho no me vuelvo a recuperar y, aunque el camino es mas facil, no consigo mantener el ritmo de Elo. Nos encontramos con un paso muy estrecho, con precipicios al lado izquierdo de unso cunatos centenares de metros. No es muy dificil, pero con lo cansado que estoy me hace aun ir mas despacio. Al final del paso, y para mi alborozo, veo a lo lejos una pradera en la que hay instaladas un par de tiendas y, deduzco, debe ser el campamento para la primera noche. Son las 4 de la tarde y llevamos andando unos cinco horas y media.
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se ha ido la luz en todo Josimath... continuare manana
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