domingo, 11 de noviembre de 2007

Otra vez en ruta; Camino de Jaipur

A la manana siguiente me lo tomo con calma. me ducho, preparo la mochila, leo la guia, y no salgo de la habitacion hasta quince minutos antes de haber quedado.


Como despedida, Invito a desayunar a Aki y Hiro. Me sale un poco caro,, porque aunque yo tomo tostadas y cafe, ellas despues de las clases de yoga salen hambrientas y piden ministrone, boles de fruta con yogourt y sendos tes. Cunado terminamos me acompanann al hotel a recoger mi mochila. Ya en la puerta nos hacemos mas fotos.


En una de ellas incluimos a ganga (nombre del rio ganges en Hindi) una ternera que es la mascota del hotel. Como todo el mundo le da de comer, se comporta como un perrilo, y esta siempre en la puerta.

Tras las despedidas, me pongo en ruta. Me cuesta un buen rato conseguir un Ricksaw, porque, por algun reparto de zonas, en esta zona del pueblo, solo hay taxis, que son mas caros. Tengo que hacer un kilometro, hasta que llego a una parada de ricksaws. Por 50 rs me acerca a la estacion de autobuses que estaa unos 5 kmilometros.


El centro de Rishikesh es, como todo en la India, un constante lio. Nosotros habiamos estado bastante aislados porque, en realidad, Laxman Jhula, que es donde se encuentran los hoteles y los centros de yoga, esta bastante alejado del pueblo. Tardamos bastante en llegar porque ademas ese dia hay mercado y hay mucho trafico. El ricksaw avanza con dificultad entre vacas, motos, bicis, coches, autobuses y peatones suicidas que cruzan por todas partes, per al final lo logramos.


En la estacion de autobuses (una explanada polvorienta) me indican el autobus que va a Haridwar, punto de salida del tren a Jaipur. Consigo sentarme, lo que no es poco, porque se llena hastya los topes. A los cinco minutos salimos. Haridwar esta a cuarenta y conco mnutos de pitada continua de Rishikesh. Todo el camino discurre paralelo al Ganges y en todo momento vamos dejando atras poblaciones. Parace que la vida de todo el valle gira en torno al rio.


En Haridwar la estacion de tren, supongo que para disgusto de los ricksaws locales, esta justo enfrente de la de autobuses. Es casi un intercambiador, algo de lo que no podia presumir hasta hace poco mi ciudad natal, Zaragoza.


Entro en la estacion. La sala de espera esta atestada. Como tengo mas de dos horas de tiempo, decido aprovisionarme con agua, galletas y chucherias varias para el viaje. Despues busco un sitio en el que matar el tiempo leyendo yescribiendo.


Como tengo tiempo, y no me fio demasiado, decido confirmar el billete. Tras algunas dudas, me dicen que si. Que tienen mi nombre en la lista y que parezco un buen chico. Ademas me confirman el numero de vagon y litera que, hasta ese momento, habia sido incapaz de descifrar por mucho que remiraba mi papel.


Aunque el tren sale a las tres y vienticinco, a en punto ya esta preprado en el anden. Busco mi plaza. Cunado voy a entrar en mi vagon me encuentro, en la puerta, con un mochilero rasta que me suena mucho. Le saludo en Ingles, pero el me contesta con un inequivoco "Hola". En ese momento caigo. Es uno de los chicos que estaban con Vanina, la argentina, comiendo ayer en el Lucky Hotel. Esta en una plaza muy cerca de la mia, tambien va a Jaipur, y hacemos el viaje juntos.


Se llama Carlos (nombre en clave) y se dedica a la artesania. Es Argentino pero vive en Granada. Compra todo el materia por toda la India y lo manda, sin pasar por aduana, a diferentes direcciones de Espana. Alli lo monta y lo vende en ferias. Me explica un poco como funciona el mundillo y la de gente que se dedica a esto. No hace mas que hablarme de amigos suyos que en este mismo momento estan viajando por India.


Es su tercer viaje a India y me da consejos sobre que sitios ir y no ir en mis proximas semanas. Hablamos mucho sobre el pais. Sobre las ideas que nos genera y las imagenes que mas nos han impactado. Me doy cuenta de que ideologicamente no estamos en la misma linea cuando me explica, que para el, una gran ventaja de India es que las vacas pueden vivir entre las personas, y no como en Europa que son esclavas.


A mi este detalle pintoresco, no me parece definitorio de la calidad de vida en un pais y preferiria, por ejemplo, que los ninos no tuviesen que buscar la comida entre montones de basura.


De todas formas me alegra tener compania y ademas es muy comodo hablar en espanol despues de tantos dias.


El tren alcanza los al rededores de Delhi sobre las diez de la noche. Mientras nos adentarmos en la ciudad, vemos miles de fuegos artificiales y todas las casas estan engalanadas con luces de colores. Es Holy, una de las fiestas mas importantes de India. Todo el mundo esta en la calle con Bengalas, tirando petardos o simplemente cantando y riendo. El efecto de entrar en una ciudad de quince millones de habitantes en semejante estado de efervescencia es increible.


En la estacion suben dos amigos de Carlos. Son un chico y una chica, que viaja ademas su hija. Todos argentinos, rastas y en el mismo negocio. La nina, de un ano y medio, me explica que la ha traido, porque tiene otro hijo, y no podian dejar a su marido en Espana con los dos.


La chica se va a su sitio a dormir con la nina, pero el otro se viene con nosotros y empiezan a hablar entre ellos en clave. No pillo nada. Que si el flaco, las piedras, la poli... se preparan un porro y empiezan a hablar de rapicheos. sde que si uno se ha comido medio kilo de "huevitos" de no se que droga para llevarla a Espana, etc..


Yo no me siento muy comodo y mis intervenciones se aproximan a cero. me da la sensacion que adems de la artesania esta gente completa sus ingresos con otros negocios.


Decido dejarlos solos e irme a mi sitio a dormir. A todo esto, el tren esta bastante bien. No esta tan lleno como me imaginaba. Las literas de la categoria sleeper son bastante comodas. Los usuarios son familias indias, todos muy simpaticos y educados conmigo. A Carlos le miran un poco peor. se ve que el look rasta, al menos en un occidental, no esta muy bien visto. Ademas solo he visto un raton en todo el dia. Me acomodo en mi plaza que es una de las de arriba.


Apoyo la cabeza en la mochila y me tapo con la cazadora. Pongo la alarma en el movil, porque llegarenmos a Jaipur entre las cuatro y cinco de la manana, no es la ultima parada y no quiero pasarme de largo. Solo me inquietan algunos mosquitos que hacen vuelos rasantes cerca de mis oidos de vez en cuando. Me quedo dormido en seguida.

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