sábado, 10 de noviembre de 2007

Rishikesh: en peligro de quedar enganchado

Me despierto sobre las ocho y media. He dormido placidamente. El colchon era comodo, no hacia frio y, aunque me he metido en el saco, no lo he cerrado. Las fuerzas estan ya casi recuperadas.

Como tengo tiempo, antes de ir a buscas a estas, me paso un momento a mirar el correo por un ciber. En un impulso, compro un billete de avion Delhi - Mumbai, para el jueves 15, que me evita la paliza de tener que ir en tren por medio subcontinente. Cuesta 3000 rupias, otra vez con Air Decan, y llego a las 4 de la tarde a Mumbai.

Ahora en estos seis dias que me quedan puedo ver bien Jaipur y Delhi, y no tener que estar preocupado por si llego o no a recoger a Raquel.

Voy a buscar a estas, pero no recuerdo el nombre del cafe y, donde creia que era, no estan. Desayuno solo un bol deb frutas. Muy bueno. A mi alrededor todo el mundo son extranjeros. Un Israeli trata de entablar conversacion con todas las chicas de al rededor. Dos Holandeses le miran divertidos.

Cuando termino me voy a seguir recuperando retraso en el blog. Gasto toda la manana. Luego me voy al Lucky hotel y como el mejor thali (bandeja co diferentes especialidades indias. Normalmente, arroz, daal, paneer, chapatis, yogourt) desde que estoy, por 60 rs, en una terraza al sol con vistas al Ganges.


Aparece en la terraza Vanina. La argentina. Le cuento lo del masaje. Ella ya ha comido pero se toma un te conmigo. Otros amigos suyos argentinos, todos con rastas, menos una chica que parece australiana, estan tambien en la terraza terminando de comer.


Nadie esta haciendo nada en particular en Rishikesh, pero todo el mundo coincide en que se esta muy agusto. Yo sigo dandole vueltas a la idea de quedarme esta semana. Es todo tan barato, tan agradable..., es un sitio en el que es muy facil quedart enganchado. Incluso pienso que igual es mas beneficioso para mi, parar, y mirar un poco hacia dentro y no siempre intentar encontrar las respuestas en lo que uno ve fuera de si.

Ademas la otra opcion es ir a ver ciudades bastante hostiles, pelearme con conductores de ricksaw, ragar polucion, hoteles malos o caros.. Despues del cafe, pido la cuneta y me voy a banarme al Ganges. De camino y, una vez mas en un impulso, entro en una agencia y pido informacion de los trenes e Hardwar (muy cercano a Rishikesh) a Delhi. Le explico al encargado que luego quiero ir a Jaipur y, para mi sorpresa, me dice que hay tren directo a Jaipur. Me llevo en un papel los horarios y precios.

Cunado llego al Ganges esta la misma gente de la ultima vez. Una madre india pidiendo, con sus dos pequenos, una senora occidental de unos 65, con un sadhu que toca el Citar, el tio del Yoga, alguna chica y un servidor, que tambien repite.

Estoy hasta la puesta del sol, sobre las 5:45. De vuelta al hotel me quedo un poco frio prque llevo el banador y la camiseta aun mojados. Pregunto en recepcion por mi ropa, que tenia que estar a las once, y me dicen que It's coming. Subo y me doy una ducha caliente. Como no tengo mas ropa me vuelvo a poner lo mismo.

Vuelvo al un ciber a seguir escribiendo, pero de paso, les dejo a estas una nota explicandoles que no es que no haya querido ir, sino que no encontre el sitio. Cuando paso por la puerta de la agecia, decido entrar y comprar el billete, por 350 Rs, para el dia siguiente a Jaipur. Salgo a las 15:25, en categoria "sleeper", sin aire acondicionado, es decir, la mas barata. El de la agencia aconsejaba la otra clase (mucho mas cara), pero en noviembre y en un tren nocturno, no consigo entender para que necesito aire acondicionado. En teoria llegare sobre las 5 de la manana del dia siguiente.

Vuelvo al ciber y escribo otras dos horas. Cunado regreso al hotel, sobre las 8 de la tarde, mi ropa sigue si estar, pero me dicen que van a buscarla ahora. Efectivamente me la traen en 5 minutos. Tengo que pagar 250 Rs por todo. Subo y me cambio. La sensacion de ponerme ropa completamente limpia, despues de 15 dias de viaje Indio, resulta muy agradable.

Cuando salgo a cenar, oigo que alguien me llama. Me giro y no veo a nadie. Vuelvo a oir mi nombre y muy cerca. Levanto la cabeza y veo que David, el chico ingles que conoci ayer en la comida, esta asomado a un balco de mi hotel. Eramos vecinos y no lo sabiamos. Se viene a cenar conmigo. Al final el tampoco se queda y se marcha manana a delhi en autobus, y luego, como todo el mundo, se baja a Goa en tren.

Cenamos en la Belle View. Una vez mas, pasta con verduras. Me cuenta que el dia anterior habia estado en un Ashram hasta las dos de la manana con un grupo de australianos, ingleses e israelies, fumando hachis y bebiendo Vodka. Yo estaba convencido de que en Rishikesh esasn substancias eran imposibles de conseguir, pero esta visto que las drogas, llegan hasta a los lugares mas sagrados.

Cuado terminamos de cenar nos despedimos, el tiene que chequear el correo, y yo me voy a comprar mi racion de chocolate y la de mis vecinas japonesas. Son casi las once, la hora de cierre del hotel, asi que me doy prisa.

Cuando llego no estan, pero a los 5 minutos tocan en mi puerta. Es Aki. Hiro esta todavia cenando por ahi. Aki, me cuenta sus progresos en el yoga y que hoy ha aprendido a tallar en madera. Y le cuento las dudas existenciales que he tenido de si irme o quedarme, pero que la final he comprado los billetes y me voy manana. Siempre te estas marchando, me dice. Me deja un puntito amargo su comentario. Tiene razon.

De todas formas, y para despedirme de Hiro, volvemos a quedar a desayunar, esta vez en un sitio en el que ya hemos estado juntos, el Moonlight Cafe. Me acuesto a leer pero me duermo, como de costrumbre, en cinco minutos.

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