Nuestro informante y cocinero de tandooris, result ser un fracaso. Como consecuencia de sus instrucciones, nos levantamos a una hora no muy temprana, sobre las ocho y media. Dejamos las llaves a la familia de Caetano que nos piden que volvamos la proxima vez y nos vamos a coger el autobus hacia Panjim. Es muy barato y comodo. Ademas el camino es muy agradable, todo el rato bajo las palmeras. Sorprendentemente, porque es un autobus local, hay varios turistas entre el pasaje.
Llegamos en escasos veinte minutos. En la estacion nadie sabe de ningun autobus que vaya a Hampi. Es mas, muchos ni parecen conocer el lugar. Al final uno me indica una compania de autobuses privados, Paulo Travels. Le digo que queremos autobus local, y se hace el sueco. Preguntamos a cinco o seis personas mas, hasta que una chica nos lleva hasta las taquillas. Justo enfrente un captador nos quiere desviar hasta sus autobuses privados. Le esquivo y me acerco a la taquilla, Tenemos un problema. Solo hay un autobus diario a Hospet, al lado de Hampi, y salio a las nueve y media, con lo que lo hemos perdido por algo mas de media hora.
Me acuerdo mucho del tio del Tandoori. El tio de Paulo Travels vuele a la carga. Nos ofrecesalir esta tarde, sobre las 8, y dejarnos en Hampi a las seis de la manana. No es mala opcion, pero el precio sube a 500rs por persona. Hacemos un rapid gabinete de crisis y decidimos quedarnos en Panjim una noche y visitar Old Goa. De paso, compro los billetes (370 rs por los dos) para el dia siguiente.
Buscamos pension. Nuestra primera opcion, Afonso Guest House, que esta emplazado en un magnifico edificio colonial, esta completo. El encargado, muy amable, nos recomienda otros sitios. Chequeamos varios y al final nos quedamos una buena habitacion con terraza, en Ovaros Guest House. La zona es muy agradable y, una vez dejadas las mochilas, gastamos la manana paseando por el barrio potugues, haciendo fotos de iglesias muy blancas y casas de multicolores.
Comemos en un restaurante con terraza, justo enfrente del rio. Es caro, pero magnifico y descubrimos el Curd Rice. Debe estar hecho con limon, canela, cominos, y un par de cosas mas. Se sirve frio y es muy refrescante. Perfecto para contratacar los excesos del picante. Ademas tomamos curry de pescado.
Cuando terminamos, buscamos un ricksaw y nos marchamos a Old Goa. Recorremos en poco mas de cuart de hora los trece kilomtetros que separan ambas poblaciones. Como siempre nos encontramos con infinidad de turistas indios. Las mujeres y sus saris, dan colorido a las fotos. Raquel entrae el mismo vicio que tuve yo en Agra, y no hace otra cosa que preseguir senoras para fotografiarlas.
Old Goa es patrimonio de la Humanidad. Como conjunto arquitectonico ofrece un punado de interesantes Iglesias, una enorme catedral, conventos, patios y jardines de verdes palmeras. Todo muy portugues y, por supuesto, muy catolico. De hecho, casi todo es eminentemente religioso. Mas alla de estos monumentos, no hay una poblacion, asi que el sitio es muy tranquilo y nos permite pasar una tarde muy tranquila.
Volvemos en autobus. Muy barato, y mucho mas divertido. Dejo a Raquel un rato en la habitacion y yo me marcho a buscar un ciber. En la calle de nuestro guest house, como casi en todas las ciudades indias, se agrupan todos los servicios tipicos para turistas, asi que no tengo que buscar mucho. Ademas descubro un bar con pequenos balcones, abarrotado de gente, que me encanta para tomar una cerveza.
Vuelvo a buscar a Raquel y nos vamos para alli. El bar esta decorado con motivos portugueses y es, sin duda alguna, el local con mejor aspecto que he visto en India. Nos tomamos un par de cervezas en uno de los balcolne. Haciendo repaso del dia, estamos mas que satisfechos de habernos quedado "tirados" en Panjim.
Decidimos no buscar mas, y nos quedamos a cenar en el mismo sitio. Ambos elegimos pasta, pero yo arriesgo un poco mas, pidiendola al estilo Goano. Todo esta buenisimo y el ambiente del bar es inmejorable. Al terminar, damos un largo paseo. Como siempre es muy seguro y, aunque nos cuesta un poco, al final encontramos un sitio abierto donde comprar chocolate. Un par de veces nos preguntan nuestros nombres y todo el mundo nos sonrie.
Volvemos a nuestra habitacion, ponemos el despertador y nos vamos a dormir. Manana tenemos un dia duro de viaje. Autobus local y nueve horas son una combinacion mortal. Raquel todavia no sabe la que le espera.
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