y una vez mas Mumbai

El aeropuerto de Cochin, esta muy "lejos" de la ciudad, a unos treinta kilometros. En India, esto significa mas de una hora de viaje, asi que por la manana decidimos coger un taxi para ir lo mas comodos que podamos. Durante todo el camino estoy dandole vueltas a donde voy a ir en los mas de diez dias de viaje en solitario que me quedan. Las opciones que se me ocurren son;

1. Opciones Censervadoras: Ir a Hampi o a Goa y gastar los dias tranquilamente en un mismo sitio, intentando disfrutar del momento mas que seguir visitando ciudad tras ciudad.
2. Opcion mochilera total: Hacer una travesia, Mumbai, Aurangabad (visitar las Cuevas de Ellora), subir a Mayah Pradesh y visitar algunos de los Parques Nacionales (probblemente el Kahna) origen de la leyenda del libro del la selva de Kippling, despues a Varanasi y finalmente la boda en Delhi.

Creo que l segunda opcion es la que mas puntos tiene, aunque me da mucha pereza, porque se que es una paliza brutal de trenes y autobuses para los ultimos dias. de todas formas no lo tengo muy claro, y dejo la decision para el ultimo momento en Mumbai

Tenemos el avion a las once y media de la manana, asi que, nada mas desayunar, nos marchamos para alli. Por segunda vez, vuelvo a pensar, mientras recorremos las calles, que en Fort Cochin seria en la unica ciudad grande de India en la que viviria muy agusto. A pesar de tener dos millones de habitantes, la zona donde nos hospedamos es un remanso de paz, entre casas coloniales, colegios e iglesias. Lo que mas me gusta es que todo el mundo viaja en bicicleta y casi no hay ricksaws que estropeen el encanto del lugar con sus estridentes pitidos.

El aeropuerto de Cochin, como todos los que he visto hasta el momento en la India, tiene estandares de calidad europeos. En facturacion nos dicen que el vuelo lleva unos cuarenta y cinco minutos de retraso, asi que nos vamos a la cafeteria a tomar un cafe. Para nuestra sorpresa, la cefeteria restaurante del aeropuerto es tan pija (sobre todo los camareros) que terminamos saliendonos a tomar el cafe en una maquina.

Al final el vuelo se retrasa un par de horas y llegamos a Mumbai, en lugar de a las dos, casi a las cuatro. Decidimos ir a comer a Juhu Beach directamente, en vez de ir al hotel a dejar las cosas. Como conservaba un mensaje de Jordi de mi segundo dia en India le indique al ricksaw que nos llevase al Hotel Sea View. Nada mas salir compruebo que el conductor no ha puesto en marcha el cintador. Le doy unos golpecitos en el hombro y le indico el aparato, pero el se hace el sueco. Le insisto, pero el hace gestos como indicando que fuera del aeropuerto. Como se que nos esta intentando engañar, levanto el tono de voz y le exijo que ponga el contador o que pare inmediatamente.

A todas estas, pasamos por el control de policia del aeropuerto, que esta ahi precisamente para evitar estas situaciones. Uno de ellos se apercibe de la discusion y nos para. Le explico lo que esta pasando y se lleva al conductor. Le ponen, delante de nosotros, una multa de quinientas rupias. Cuando vuelve esta hecho una furia, asi que decidimos bajarnos y buscar otro. El propio policia nos indica una cola de ricksaw, en las que otro policia, va apuntando en una lista el numero del ricksaw y el destino. Parece que es la cola de los ricksaws que pagan las tasas oficiales, mentras que el que habiamos cogido nosotros debia ser un poco pirata.

Tras preguntar un par de veces por el hotel, llegamos a Juhu. A pesar de todo, el conductor, nos pide un extra por las maletas que, evidentemente, no pagamos. De todas formas entendemos que lo intente porque, con el contador, las carreras en Mumbai son las mas baratas e toda India. Comemos en la terraza del hotel enfrente de una playa abarrotada de gente que pasea y, algunos intrepidos, queincluso se bañan en las insanas aguas.

A Raquel le gusta mucho el sitio y nos pedimos un par de cervezas para celebrar nuestra ultima comida en India juntos. Sin embargo, no acertamos en la eleccion de los platos y terminamos pagando bastante y no comiendo demasiado bien. A pesar de que tengo que ir a recoger la mochila que deje en el otro hotel, tengo la tentacion de quedarme en este a pasar la noche y asi poder ir a correr por la enorme playa. Chequeo una habitacion. Por precio y calidad es igual que la otra, pero los empleados son tan antipaticos que decido seguir con el plan original.

Pagamos y nos marchamos en otro ricksaw. En el hotel se acuerdan de nosotros. Recupero mi mochila, selecciono lo que voy a necesitar. Cada vez estoy mas seguro de que voy a hacer la taveia hacia el norte, a pesar de que se, que todos los turistas estan haciendo lo contrario y eso me resta posibilidades de encontrar compania. Cojo el forro polar y guardo el resto en la mochila de Raquel, que se lo va a llevar a Amsterdam por mi.

En recepcion pregunto por mis posibilidades para ir a Ellora. Me dicen que no hay plazas en el tren, aunque no me fio mucho, y me aconsejan un autobus que sale por las noches y te deja a las siete de la manana en Aurangabad. El unico problema de eso es que me obligaria a quedarme todo el dia siguiente en Mumbai esperando, asi que pienso en ir en autobus local por la manana pronto. Para contrastar la informnacion buscamos alguna agencia de viajes por los alrededores, pero estan todas cerradas. Cada vez tebngo mas dudas de lo que voy a hacer y no hago mas que mirar la guia en busca de la solucion perfecta a mi dilema.

Paseando por los alrededores del hotel nos deleitamos con imagenes "Mumbaianas". Enormes vacas de cuernos pintados en mil colores comiendo basura, ratas de tamano de un gato grande corriendo por los solares, brillantes saris por todos lados y ruido y jolgorio por todos lados. Llevo a Raquel a la estacion de trenes de Khar a ver si hay tanta gente como el dia que dia que fui a Ville Parle, pero la mentablemente, porque merece la pena verlo, el gentio no es tan espectacular.

Durante un rato chequemaos correo en un ciber cerca del hotel y luego nos machamos a tomar una cerveza a un bar cercano, mientras esperamos la hora de ir al aeropuerto. Raquel tiene el avion a las 2 e la manana, pero decidimos ir sobre las once. Al final la cerveza se convierte en tres para mi y dos para ella. tambien encargamos un poco de cena. El efecto del alcohol y los dias pasado en India, hacen que cuando vemos una enorme rata corriendo por entre las mesas hacia la cocina, en vez de pasmo, nos entre la risa. Hay una mesa de cuatro chicas rubias que parecen inglesas que tambien deben de llevar tiempo viajando porque les pasa lo mismo. Estoy convencido que en su pais, si pasa lo mismo, se hubieran subido a la mesa y comenzado a gritar.

Entre bromas, le hago notar a un camarero la presencia del animailito, pero estge no le da mucha iportancia. Sí, sí, una rata.. ya la he visto. Me contesta.

Es la hora. Recogemos el equipaje de Raquel y nos marchamos al aeropuerto. Una vez mas el ricksaw es una buena forma de ver la ciudad y de "disfrutar" de sus olores. A pesar de que lo hemos pasado muy bien, Raquel tiene ganas de volver a casa y yo, probablemente por no tener claro mi proximo destino, casi tengo la tentacion de irme con ella y poner punto final a mi viaje.

En la puerta un policia muy estricto no me deja pasar. En India solo puedes acceder a la terminal con tu billete y nadie puede acompanarte mas que hasta la entrada. Nos despedimos. Solo son once dias, pero en ese momento me parecen muchisimos.

Vuelvo al hotel sin saber todavia que voy a hacer y un poco triston. Me compro chocolatinas,, agua fria y subi a la habitacion. Veo un rato la tele. Me cuesta dormirme. La solucion esta en mi cabeza. Voy a tomar, al menos en su primer paso, la opcion dos. Las cuevas de Ellora parecen muy atractivs y estan relativamente cerca de Mumbai (8 horas de autobus). Si una vez allí me arrepiento, siempre puedo volver a Hampi o tomar un avion hsta Goa. Lo que todavia no tengo decidido es si voy a irme en autobus local pronto por la mañana, o esperar al privado de la noche y gastar el dia escribiendo en el blog, que buena falta me hace.

Una vez tomada la decision, me tranqulizo y consigo dormir. Raquel estara ya en el avion, rumbo a Milan y, de ahí, a nuestra casa, Amsterdam.