Sobre las siete, nos despierta el sonido de los pajaros y el balanceo del barco producido por el paso del primer ferry de la manana. Nos duchamos y salimos a cubierta. Charlamos un poco con el cocinero mi entras nos sirve el desayuno. Se esta esforzando mucho en ser amigable (probablemente esperando propina) pero, como sucede muchas veces en India, llega a ser un poco pesado. Esta empenado en que aprendamos como secocina cada plato y dedica unos quince minutos a explicar cada receta.
Cuando terminamos el desayuno, ya con el barco en movimiento, nos refugiamos en la intimidad de la terraza superior. Disfrutamos placidamente, aunque con algo de pena porque se cabe, de las casi dos horas de paseo que nos quedan. Hacemos aun mas fotos porque la luz es mejor a esta hora. Justo antes de llegar a puerto", atravesamos un inmenso lago lleno de nenufares. Atracamos a las nueve en punto.
Tardamos muy poco en recoger las mochilas y nos preparamos para irnos. Cuando nos despedimos de la tripulacion se nota que esperan propina. La verdad es que puede que la merezcan, pero el precio es suficientemente caro y en este viaje tenemos poiliticas de "propina con tendencia a cero".
El cocinero, mostrando todas sus habilidades empaticas, me coge de la mano (es algo muy comun en India) y trata de convencerme que lo mas logico, ya que todo ha sido tan perfecto, es que les demos algo para ellos. Me sorprende un poco una peticion tan directa, pero no cambiamos de opinion y no les dejamos nada. Todo ha sido perfecto porque hemos pagado 4.500rs!! Las sonrisas desaparecen y nos despiden friamente.
Cogemos un ricksaw que nos lleva a la estacion de trenes. Despues de nuestras ultimas experiencias en autobus, queremos alternan con el tren. Compramos un billete a Varkala, en sleeper class, para las 11.30. Tenemos que hacer un cambio en Koyakulam pero, en teoria, vamos a tardar solo dos horas y media en llegar. Mientras esperamos, hago una reserva para una cabana en Kerala Bamboo House. La guia advierte que estan un poco sobrevaloradas, pero queremos estar comodos los ultimos dias.
El viaje discurre placidamente entre palmerales, lagunas, canales y, eventualmente, algun destello lejano de las blancas playas que vamos dejando a nuestra derecha. Como casi siempre en el tren, mucha gente se aproxima para hablarnos, preguntarnos de donde venimos, a donde vamos y todas nuetras "intimidades".
Llegamos a Varkala sobre las tres de la tarde. Cogemos un ricksaw y vamos a ver nuestra cabana. El pueblo de Varkala parace bastante grande, sin embargo, todos los hoteles y restaurantes estan en un acantilado que se abre sobre la playa. Nos ensenan nuestra cabana y no me gusta nada. Por una vez, Raquel esta de acuerdo, y en cambio yo prefiero buscar otro sitio. Masd que una canana (en teoria, balinesa) nos han dado una caseta con techo de plastico, malos materiales, cama incomoda y muy oscura. Ademas no da al mar. Nos lo pensamos un poco, pero al final decidimos que podemos pasar esta noche aqui y buscar otro para manana.
Nos ponemos los banadores y nos vamos a comer y luego a la playa. Para comer, elegimos comida italiana, pizza y pasta, y una cerveza. El restaurante es de los mismo duenos que el hotel y, este si, tiene magnificas vistas al mar.
Mientras comemos, me fijo en que practicamente no se ve pasar a un Indio por el paseo del acantilado. Solo hay extranjeros y parece como si elpueblo de Varkala y los turistas vivieran completamente de espaldas, los unos de los otros. Raquel nota que no me gusta mucho el sitio. Me entra un pequeno momento de melancolia mochilera. Recuerdo con anoranza esos hoteles lamentables del norte y esas ciudades ruidosas y caoticas. El sur de India es mucho mas "civilizado" (lease, limpio, ordenado, rico?) y es verdad que hemos encontrado lugares mucho mas bonitos aqui, sin emabrgo, me alegro de haber conocido la otra India tambien.
Bajamos a la playa, que es pequena, pero muy bonita y dejamos pasar la tarde entre banos, lectura y tomar el sol.
Cuando se pone al sol, volvemos a subir hasta el acantilado y damos un paseo, mirando otros hoteles. Encontramos uno con habitaciones inmaculadas, blancas, terraza, vistas al oceno y sorprendentemente baratas. Ademas esta vacio (probablemente por cometer el pecado de no estar en la Lonely Planet) y parecen ansiosos porque nos quedemos.
Decidimos reservar para esta noche tambien e intentar negociar en el otro, donde nio siquiera hemos hecho formalmente el "check in", o no pagar nada, o "solo" la mitad de esa noche.
Vamos lo mas rapidamente que podemos. Son las seis de la tarde, asi que hemos dejado las mochilas en la habitacion tres horas. De todas formas, estamos convencidos de que pueden volver a realquilar la "cabana" porque era lan ultima que les quedaba, asi que tienen mucha demanda.
Hablamos con el chico de recepcion y se niega completamente. La unica opcion que nos da, a pesar de que no hemos hecho el check in (rellenando el formulario) es pagar la noche entera y quedarnos, o pagarla e irnos. Intentamos convencerle, pero su actitud en lugar de firme pero educada, se torna en un tanto despectiva. A pesar de nuestras habilidades de ex consultores no conseguimos un acuerdo con el.
Ademas cada vez el tono se eleva porque no para de hacer valoraciones personales sobre nosotros. Le intento explicar que una de las reglas de cualquier negociacion es una valorar a la contraparte, sino simplemente la "cosa" negociada. Mi leccion magistral no parece hacer ningun efecto en el y, pocos segundos mas tarde, cuando Raquel le ofrece pagarle la mitad de la habitacion, le espeta que si (textualmente) esta loca?
Me entran unas ganas enormes de meterle un punetazo en plena cara, pero me controlo, la idea de pasar una noche en el calabozo en India no me parece muy atractiva Le pido que se disculpe en ese mismo momento y se niega. Zanjamos la discusion pagandole la habitacion (y nos llevamos la llave, para que no vuelvan a revenderla) y pidiendole hablar con el propietario del hotel para hacer una reclamacion especificamente contra el.
En recepcion, el resto de los companeros parecen muy preocupados y nos piden disculpas por el, intentando que no hablemos con el jefe, pero estamos francamente enfadados (por primera vez en todo el viaje) y no atendemos a razones. Al final hablo son el dueno por telefono. Quedamos en vernos al dia siguiente por la manana, pero me asegura que si realmente ha llamado loca a una clienta, le va a despedir.
Nos vamos con nuestras mochilas a nuestro nuevo hotel. Alli es todo lo contrario, nos suben una botella de agua, nos ofrecen utilizar internet en el propio hotel y sobre todo, sonrisas y amabilidad. Raquel esta muy preocupada por si despiden al chico por "nuestra culpa", pero la convenzo de que no se preocupe. Manana con el dueno pienso contemporizar y, en todo caso, el se mereceria el despido y tendra que aprender que no puede tratar tran mal a unos clientes.
Nos duchamos, cambiamos y buscamos un sitio para chequear el correo. Varkala tiene muchos cibercafes y muy agradables. El unico problema es que la electricidad (supongo que por sobrecarga de las lineas), se va cada media hora. A duras penas, consigo escribir un post y un par e correos.
Cunado terminaos damos un paseo y seleccionamos uno de los restaurantes donde nos ofrecen pescado fresco. Lo tienen expuesto para que selecciones la pieza y me enamoro de un pez espada (blue merlin) de mas de un metro de largo. Ceno una rodaja enorme, con patatas fritas y ensalada, por 150 rs (3 euros). La brisa del mar nos refresca y hace que olvidemos el "mal rato" que hemos pasado por la tarde.
Vemos todo el rato las caras de los mismos turistas. Esta claro que es inicio de temporada y, de momento, los hoteles y restaurantes estan, como mucho, al 20% de ocupacion. No nos encanta Varkala, pero puede ser un sitio comodo para descansar los ultimos dos dias. De todas formas, no tenemos tiempo para ir a ningun otro sitio, asi que lo mejor es relajarse y disfrutar. Al fin y al cabo, este es el concepto de vacaciones perfectas de la mayoria de la gente, asi que no tiene que estar tan mal.
Volvemos al hotel utilizando el frontal porque se han apagado todas las luces. En recepcion compramos chocolatinas y agua helada. Disfrutamos un rato de la terraza, escuchando el golpeo de las olas contra el acantilado. Nos vamos a dormir pronto.
1 comentario:
Es una pena que tu experiencia en Kerala Bamboo House fuera tan desagradable. Yo he estado en Marzo del 2008 y fue una delicia, el sitio, la habitación y el trato de todas las personas que allí trabajan. Yo también disfrute de un paseo en los Backwater, pero a diferencia de vosotros yo si di propina, porque se lo merecían y porque me apetecía. Claro que yo la política de propina cero la llevo a cabo en España, donde considero que los empresarios deberían estar obligados a pagar salarios lo suficientemente altos como para que el personal de hostelería y otras actividades no negocien sus sueldos teniendo en cuenta las propinas. Pero como ya dije al principio,las experiencias son únicas y personales.
Fdo Silvia
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