sábado, 27 de octubre de 2007

Mumbai es un infierno

He visto cuervos devorando ratas muertas y famelicos gatos devorando algo que se que era un animal, se apreciba algo parecido a una piel y unas visceras, pero no tengo muy claro que era. Montanas de basura. Ninos ennegrecidos de la suciedad jugando en una acera creciendo, cogiendo la comida de suelo y respirando todo la contaminacion que escupen los millones de vehiculos que pueblan esta ciudad. Edificios de cristal de ultima generacion anexos con inmensos y miserables "slums". El precio de un bebe en Mumbai es de 3000 rupias, unos sesenta euros. Los compran como si fueran maquinaria para ponerlos a trabajar en cunato pueden andar.

El sonido de esta ciudad es el de un constante pitido, y sus olores indescriptiblmente nauseabundos. El calor durante el dia es insoportable incluso en un mes que se supone fresco. En definitiva me he encontrado de bruces con todos las imagenes que nos hemos hecho de India y que no solo es que son verdad, es que es mas de lo que nos esperamos.
Ademas es una ciudad que solo tiene dos posibilidades, integrarte en la miseria, o pagar un precio exhorbitante por todo. Los hoteles, restaurantes, etc.., pasan de perciso ridiculos, acordes con las condiciones, a precios londinenses sin razonables puntos intermedios. Esta manana mi mente estaba confusa y mi animo maltrecho Ya se que es pronto, pero Mumbai se cobra su precio. No esta hecha para que la gente viva (que es lo que sientes en Amsterdam) sino para que, el que tenga valor (y un poco de suerte) sobreviva.
A veces tenemos la tentacion de mitificar la pureza perdida del primer punto y que aqu'i se encunetra. Son pobres, pero mas felices que nosotros. Nos decimos a nosotros mismos. Hoy abomino de todas esas veces que he pensado asi. La miseria es miseria y solo encontramos "encanto"rodearse de ella porque sabemos que es algo exotico lejano de nuestra verdadera vida.
Sigue el relato del viaje:
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Como en el caf'e Leopoldo. Un muy buen chiken tika massala, aunque un poco caro. El ambiente es muy bueno. Las mesas nos las repartimos por partes iguales indios y viajeros.
Por la tarde miro algunos hoteles por si encunetro alguno cerca que no sea excesivamente caro. Esta dificil, de echo, los recepcionistas me tratan con un poco de desden. Decido quedarme donde estoy.
Cuando empieza a refrescar, sobre las seis de latarde, me animo. Se levanta una ligera brisa. Me tomo un magnifico batido de caf'e con helado de chocolate y me marcho a dar un paseo por el paseo maritimo (Marine Drive). Unos miles de Indios han llegado antes que yo y estan sentados disfrutando del frescor y contemplando la silueta de Malabar Hill, plagado de rascacielos y apartamentos de los adinerados, al otro lado de la Bahia.
Busco un sitio y me siento. Termino tumbado, absolutamente relajado y, por primera vez. Estoy a punto de quedarme dormido, y me acuerdo de que la noche anterior casi no he dormido. Sin embargo la idea de volver a mi hotel con mis otros 9 companeros de cuarto y, sobre todo con dos de ellos, que tiene pinta de yonke en sus ultimos momentos, no es muy atractiva.
Me levanto y recorro el paseo hasta Chorpatry Beach. Hay un espectaculo de musica tradicional India del que, mientras rechazo docenas de ofrecimientos de masajes, intento enterarme de algo. Lo dejo por imposible. La mayor parte del tiempo, ni bailan ni cantan, solo hacen una especie de monologos de gorgoritos a los que no les encuentor ni pies ni cabeza. A veces tenemos que hacer la ola, esta parte si la entiendo pero me da verguenza y soy el unico que no levanto los brazos. Muchos Indios piensan como yo, que no es para tanto la cosa, se levantan y, haciendo ostentosos gestos de desagrado, se marchan.
De vuelta, tengpo que desandar los seis kilometros de paseo, se me courre que podria ir al cine. Me acerco al mas cercano a mi hotel, pero los carteles me desaniman. Incluso en una te prevenia con un explicito "on your own risk". Desisto.
Me paro a cenar en el Cafe Mondeger. Fetuccini Carbonara de una calidad mas que razonable. Una cosa que me hace mucha ilusion es que, cuando le he pedido al camarero, este me ha hecho el famoso gesto indio de ladear la cabeza por un instante y poner cara de bendito. Que gracioso es!, y que habra pensado al hacerlo?
La cena vuelve a serun poco cara. Sobre todo las cervezas (kingfisher) a 150 rupias (3 euros) la botella de 600 cl. Teniendo en cuenta que la renta percapita en Mumbai es de apenas 3 dolares diaros, esta claro quien consume cerveza aqui: ricos y extranjeros.
Despues de cenar me meto en un bar cerca del hotel a tomar la ultima cerveza. Quiero anestesiarme un poco. Hay algunos mochileros, pero ninguno solo y tampoco que hablen en Espanol. No he vuelto a ver a Kristin desde esta tarde. Me da la sensacion que quiere ir a su aire y por eso tampoco le he inistido en hacer cosas juntos. Tambien puede ser que ella este pensando lo mismo y crea que soy un borde insociable.
Como no tengo prisa por volver a "casa" me meto en otro bar, por cierto, bastante pijo, y me entra antojo de tomar un whisky. Me digo a mi mismo que lo hago por investigar y saber cunato cuesta, cual es el ambiente de la noche de Mumbai. Me cobran una cantidad que me da verguenza confesar. El bar se anima muchismo, entran unos extranjeros. Nos miramos, al final uno me habla, en ingles, pero con un acento de Espanol que no deja margen a la duda. Hablamos, trabajan aqui en un banco. Uno es de Barcelona, con el que he hablado y el otro, que esta borrachisimo, es de zaragoza. El tercero del grupo es de Amsterdam.., el mundo es un panuelo.
Me quedo con ellos y la noche se nos va un poco de las manos. Tanto que terminamos cerrando todos los bares, lo que en Mumbai, solo te lleva a las tres de la manana.
Una cosa que me llama la atencion es el nivel de seguridad de la ciudad. Aqui la pobreza no genera, como en otros puntos del planeta, violencia. En ningun momento te sientes amenazado por nadie. Y la prueba definitiva fue que el de Zaragoza, con as copas, se puso bastante violento (insultos, empujones, etc..) con la gente, y todo el mundo tuvo la paciencia de aguantar sus bravuconadas con un estoicismo absoluto.
Me despido de ellos. El de Barcelona, que era muy majo, me da el telefono de un amigo para que le consulte sobre los Trekkings del norte, donde el ha estado los ultimos cuatro meses.
De regreso me enfrento a una sinfonia de ronquidos y a un calor infernal. Ademas me debato entre las ganas de evitar el contacto con bichos indeseables, metiendome en el saco, y el calor que me obliga a destaparme. No consigo dormir practicamente nada y al dia siguiente estoy destrozado.
Lon primero que hago, sobre las siete de la manana, es ducharme, preparar la mochila y buscar otro hotel. Tras un par de intentos frustados, lo consigo. Dejo la mochila, me vuelvo a duchar, y me meto a dormir disfrutando del aire a condicionado a toda potencia.
Me despierto a las 12. Tengo que darme prisa porque he quedado con Jordi a las dos en la otra punta de Mumbai. Me vuelvo a duchar, esto empieza a ser un vicio, y salgo a la calle. Como es tarde decido coger un taxi. Tarda una hora y media. En el camino vuelvo a ver todas las "lindezas" de esta mega urbe.
Nos encontramos en la terraza del hotel Sea View. La brisa del mar es muy agradable. Nos contamos un pocon nuestras vidas. Ambos hemos sido consultores y abominamos de ello. Me cuenta muchas cosas sbre Mumbai y las historias absolutamente descorazonadoras que vive dia si, y al otro tambien. Nos recomedamos libros y hablamos sobre sitios, culturas, estilos de vida e intereses vitales.
Damos un paseo por la playa y luego me acompana, con mi primer rickshaw (en la zona donde yo estoy alojados no estan autorizados), a la estacion de tren para volver a Colaba. Compro un billete de primera (75 rupias) por consejo de Jordi. En el anden me doy cuenta que habia sido un acierto porque en segunda, literalmente, no se puede ni entrar.
El viaje es mucho mas rapido y comodo que en taxi. Me bajo una parada antes para poder recorrer Marine Drive de nuevo. Compro una botella de agua y vuelvo a relajarme como ayer. Este sitio se va a convertir en mi favorito de la ciudad.
De camino al hotel veo un grupo de madres con iridiscentes saris amarillos, naranjas, tuquesas, jugando y riendo con sus hijos, inmaculadamente vestidos y cuidados, a la salida de un colegio. Siento una emocion intensa en todo mi ser. No se si llorar o reir. Probablemente las dos cosas al mismo tiempo seria lo mas adecuado.

1 comentario:

Evans dijo...

Buscando alguna página de viajeros, ya que yo llevo tiempo pensando en hacer algo parecido, he encontrado tu web, y en lo que va de día he leído casi 100 posts. O sea, que me encanta.

Aprovecho para escribir en este tema de Mumbai, ya que estoy leyendo un libro apasionante que seguro te gustará: "Shantaram". Narra la vida del autor, un preso de la justicia australiana, en esa ciudad. El año próximo harán la película, protagonizada por J. Depp. La verdad es que sólo de leer el libro me dan ganas de visitar la ciudad, y también el Café Leopold's, pues el autor pasa sus ratos libre allí.

Un abrazo y continúa con tu aventura, seguro que es la experiencia de tu vida.

Evans