Cuando deje el trabajo, hace ya nueve meses, estaba convencido de que en relativamente poco tiempo y sin lugar a dudas, iba a encontrar la respuesta a una pregunta, muy sencilla, pero trascendental:
¿Que quiero hacer con mi vida en los próximos años?
Las posibles respuestas tienen que cumplir una dolorosa, pero inevitable, restricción; debo ganar algo de dinero con dicha actividad/es para poder satisfacer necesidades básicas; alojamiento, comida, ocio.
Al principio se me ocurrían planes tan sugerentes como descabellados. Mis amigos y familia todavía se están recuperando de cuando les aseguré que me marchaba de forma inminente a Panamá para montar un hotel de ecoturismo, con 5 o 6 cabañas en mitad de la selva. Algunos pensaron que había perdido la chaveta.
Descartado el tema, gracias al sentido común de Raquel y la incompetencia de un Panameño, decidimos venirnos a Ámsterdam (y aquí estamos), para trabajar en cualquier cosa, aprender Inglés (gran limitación para cualquier plan futuro), y disfrutar de la existencia.
Entre medias empecé a escribir mi libro del viaje de Marruecos (que ahora tengo casi abandonado), y mis ideas de convertirme en "escritor" de la noche a la mañana. Este plan choca con dos barreras fundamentales, la primera es mi falta de intensidad, tanto en escribir, como en intentar contactar gente que me pudiera enseñar, aconsejar o, llegado el caso, incluso publicar.
La segunda barrera es que, a pesar de que toda mi vida he leído bastante, no he escrito casi nada, salvo sobre cuestiones de carácter técnico, relacionadas con mi profesión. Y, claro, este talento hay que cultivarlo. Uno no puede decidir un día que quiere escribir y hacerlo sin ninguna dificultad a las primeras de cambio.
Otras posibilidades profesionales (relacionadas con aficiones) pasarían por las actividades deportivas, tipo escalada, cometa, etc. Pero claro, soy un poco mayor y, sobre todo, bastante inexperto en ellas (aunque le pongo voluntad ques e traduce en… huesos rotos).
De la música electrónica ni hablo, porque practique con el Ableton la primera semana, y no he vuelto a encontrar tiempo.
Otra cosa que se me había ocurrido es trabajar en una ONG, pero, ¿que puedo aportar, aparte de mis antiguas habilidades como consultor? Además toda la gente que conozco que ha trabajado en ONGs ha terminado bastante descontenta. En el fondo, lo que me gustaría sería irme de cooperante a África para trabajar en el terreno, pero para eso necesito Inglés y/o Francés, así que el paso por Ámsterdam, de alguna forma, me acerca a África.
Visto lo visto, y tras nueve meses, sigo sin tener claro que quiero hacer. Todavía tengo bastantes meses de paro, pero algún día se acabarán. Ahora mismo sólo se lo que no quiero ser; Consultor engominado de Recursos Humanos, esclavizado por un sueldo a trabajar doce horas diarias, pensando que el estrés, el trabajo mal hecho por las prisas, y la falta de vida personal y ocio son cualidades de un profesional.
Opciones que me estoy planteando para el próximo/s año/s:
- Estudiar una carrera o master, en la Universidad de Ámsterdam. Si elijo carrera, será una de humanidades (Sociología, Antropología, Historia, etc..), y también he visto algún master especializado en Cooperación Internacional y Desarrollo, que podría estar bien. Además el gobierno Holandés da ayudas (de hasta 500 euros al mes), si compatibilizas estudios y al menos un trabajo de más de 8 horas a la semana.
- Hacer un doctorado, pero aquí en Holanda. Durante los últimos 4 años uno de mis mejores amigos ha hecho su doctorado y, aunque hemos hablado del tema, nunca me pareció una opción válida para mí. Sin embargo,, paradojas de la vida, ahora acabo de conocer a una chica de Zaragoza, que esta aquí cuatro meses como parte de su programa de doctorado, y hablando con ella se me ha encendido la bombilla. Tengo como tarea de esta semana investigar como funciona esto en Holanda y si me podrían aceptar en algún sitio a mi edad y 9 años después de haber acabado la carrera ;-), con dos cojones!.
- Buscar un trabajo convencional que me de el inglés y que me “reinserte” en la sociedad. Esta opción me parece la menos interesante.
En definitiva, tras nueve meses de pensar en mis posibilidades, sigo sin tener nada claro mi futuro, y tengo la sensación de que esto siempre es así. Aunque tengas infinito tiempo para pensar, al final, no se llega a una única opción por un proceso de descarte hipotético deductivo, sino que finalmente decides, o bien por un impulso, o por una casualidad.
En todo caso no estoy preocupado. No se si es una virtud o un defecto, pero tengo mucha confianza en mi mismo y en que las cosas me van a salir bien.
Una vez que he superado algunas restricciones que solemos imponernos; búsqueda del "prestigio social", necesidades económicas excesivas (normalmente para adquirir cosas completamente superfluas), me parece que el mundo puede ser un lugar fácil en el que vivir y ser feliz.
1 comentario:
Al buscar tus opciones vitales imagino que ya conocerás el discurso de Steve Jobs (creador de Pixar y Apple). Lo he descubierto en un interesante artículo de Fernando Trías de Bes en El País semanal. Aunque sigo sin tener ni idea de lo que quiero hacer en mi vida, igual te ayuda algo a tí. Eso espero.
Un saludo desde zaragoza de un lector de tu blog.
Y me alegro de que te hayas recuperado de tus lesiones. A ver si vigilamos esa cometa ;)
http://www.elpais.com/articulo/paginas/mejor/eleccion/elpepusoceps/20070805elpepspag_10/Tes
http://video.google.es/videoplay?docid=3014637678488153340&q=Steve+Jobs&total=2591&start=0&num=10&so=0&type=search&plindex=1
http://www2.ing.puc.cl/~jnavon/IIC2412/SteveJobs.pdf
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