lunes, 30 de abril de 2007
domingo, 29 de abril de 2007
Libros para la lista de 2007
sábado, 28 de abril de 2007
Fotos de los primeros días en Amsterdam
Aunque hemos hecho poco turismo (es lo que tiene saber que vienes para bastante tiempo) y, por tanto, pocas fotos, ahí van unas cuantas. Como se puede apreciar el tiempo sigue acompañando...
En el Amsterdamsse Bos, el domingo pasado.
Vista desde casa, cualquier día...
En el mercado ayer, comprando algo naranja para queen´s day, ah!!, y una bici.
Un Canal desde Waterlooplein.
jueves, 26 de abril de 2007
Masai Mara; Kenya
Por aquel entonces trabajaba en una compañía, de consultoría, que tenía muchos intereses en Kenya (donde ya se trabajaba en varios temas y teníamos una oficina con unas 30 personas). Ese viaje, en concreto, tenía por objeto el acudír a una fase previa de un concurso internacional, para implantar un sistema transaccional (y de comunicaciones) para el Puerto de Mombassa.
A pesar de la emoción por ir a cumplir un sueño de la infancia de ver manadas de cebras, ñues, leones, jirafas, etc.., no pude evitar (habíamos dormido menos de 2 horas) quedarme dormido mientras saboreaba un caramelo que nos habían ofrecido al subir.
Ah!!!!!, gritamos.Nos entro una risa nerviosa. De forma patética yo le intentaba limpiar, mientras le pedía perdón.
Hecho esto, cenamos, maravillosamente en el jardín, y nos retiramos pronto para descansar.
Es cómo si el hombre no existiese (salvo por los turistas, como era yo en ese momento) y que el equilibrio natural aún perdurase.
En todo caso, la experiencia fue muy positiva (aunque no me pegaría una semana en un safari de este tipo. ¡Encerrado!). Cuando volví a España, y les conté a mis compañeros que había hecho un safari, a cuenta de la empresa, y se morían de la envidia. Ja!!
miércoles, 25 de abril de 2007
RECOMENDACIONES MUSICA ELECTRONICA DE LA SEMANA
- "Futurism & Dada reviewed". Varios artistas. (Sub Rosa, 1988)Futuristas y dadaístas de los años 20 y 30 (Marinetti, Tzara, Russolo), inventan la máquina de hacer ruido. Paleo-techno.
- "The mix". Kraftwerk. (EMI, 1991)El legado de los hombres-máquina de Düsseldorf puesto al día con mezclas actualizadas. Poesía+Matemáticas = Kraftwerk.
- "Music for films". Brian Eno. (EG-Polydor, 1978)El inventor del ambient. "Music for films" fluye como un río, de forma imperceptible, serena y ensimismada. Bellísimo.
- "2nd annual report". Throbbing Gristle. (Industrial, 1977)Y tras la calma, llega la tempestad. El cartílago palpitante de Genesis P. Orridge vomita una tempestad de sangre y ruido.
- "Dare!". Human League. (Virgin, 1982)Si Phil Spector se hubiera aficionado a las maquinitas habría dado a luz un disco tan resplandeciente como éste. Puro pop.
- "House sound of Chicago". Varios artistas. (London, 1986)Marshall Jefferson, Larry Heard y los heraldos del house de Chicago reivindican la herencia disco. Ritmo perfecto.
- "Retro techno". Varios artistas. (Network, 1991)La santísima trinidad del Detroit techno (Atkins, Saunderson, May) y sus colegas construyen una bella autopista espacial.
- "Blue lines". Massive Attack. (Circa-Virgin, 1991)Desde Bristol, Massive Attack reinventan el groove y lo tiñen de techno-soul y dub-hop. Una pieza de orfebrería emocional.
- "Leftism". Leftfield. (Hard Hands-Sony, 1995)O cuando el techno se encuentra con la profundidad del dub jamaicano y los tambores de Africa. Raíces y cables.
- "Timeless". Goldie. (Metalheadz-ffrr, 1995)Podrían haber sido también Photek, 4 Hero o Roni Size, pero nadie como Goldie para conjugar soul y polirritmia jungle.
Timeless, de goldie, fue mi cancion fetiche durante mucho tiempo. Luego el drum&bass me cansó.
Massive Attack pude verlos en el Sonar (Barcelona) del 2004 y fue uno de los mejores concietos a los que yo he ido.
Kraftwerk, los vi por primera vez hace poco, en otoño del 2006, en Zaragoza. Eran cabeza de cartel del indoor Monegros Festival.
Sinceramente, si alguién escucha estos diez discos y sigue diciendo que; "la música electrónica no es música", o peor, que "es un chunta - chunta", es que no tiene dos dedos de frente.
martes, 24 de abril de 2007
Sí, pero él (Paul Bowles), tenía talento..
Hace ya algunos días, estando en Panticosa, me llamó un buen amigo. Se había enterado por el blog de que me marchaba a Amsterdam y quería despedirse.
Me alegré mucho de su llamada porque, con el agobio de la mudanza, no había tenido tiempo de llamarle o escribirle para contárselo. Como viaja mucho, por motivos profesionales, estuvimos planeando fechas para que nos hiciera una visita, probablemente en Junio o Julio.
Me dijo que ya se había terminado el libro que le regalé el último día que nos vimos. Era "Memorias de un nómada", de Paul Bowles, uno de mis favoritos.
El cabrón me estuvo vacilando por la coincidencia entre el tipo de vida del autor (es autobiográfico y, por el título, es fácil deducir que relata sus peripecias por casi todos los rincones del mundo), y la dirección de mis recientes cambios vitales (abandono laboral, viajes, cambio de residencia, intento de escribir un libro).
"Claro", le reconocí, "me encantaría tener una vida parecida a la suya".
Además me da esperanzas el hecho de que, el mismo Paul Bowles, explica en un pasaje del libro, que cuando empezó a viajar (creo que recordar que se marcha a París), no podía ni imaginar, que el resto de su vida iba a ser una continua peregrinación de un sitio a otro (aunque siempre con la mirada puesta en Tanger, su ciudad fetiche).
Sin pensarlo un momento (pero riéndose), me contestó; "Sí, pero el, tenía talento".
Me sorprendió su afirmación, pero no me enfadó. No había malicia en su comentario, sino la complicidad de los amigos que se han gastado infinidad de bromas y que pueden ser irónicos, porque se conocen mutuamente, tanto las virtudes, como los defectos (en este caso, mi ingenuidad).
Tenía razón, la clave para que mi proyecto vital (el que sea) tenga éxito, es encontrar algo que me guste hacer y en lo que tenga un talento razonable.
Paul Bowles era compositor musical (además de escritor), y su profesión le permitía (quizá sería mejor decir, que le exigía) tener una vida intensa, viajar, conocer a gente, etc.. De vez en cuando debía regresar a Nueva York, para un estreno, o para realizar unos arreglos con directores de orquesta, coreógrafos, etc.. Pero, en general, podía trabajar en cualquier sitio, y enviar por correo los resultados.
En mi caso, los últimos ocho años de mi vida, también he tenido una profesión. Era consultor y, en teoría, lo hacía bien. Mis clientes, compañeros y colaboradores me valoraban (incluso cuando abandoné una multinacional, me siguieron), hacía conferencias delante de mucha gente, gestionaba proyectos de algo de dinero, etc...
En todo caso, también tiene su interés iniciar caminos nuevos, sin saber muy bien dónde te llevarán. ¿Sabía yo algo acaso de que era la consultoría cuando empecé?. Nada, no sabía nada. !Hasta me daba vergüenza hablar en público! Y realmente no me ha ido mal.
Espero esta vez tener la misma suerte y, quien sabe, quizá descubrir en mí, algún "talento" que me permita vivir lo más feliz posible los próximos años. Al menos estoy contento de probarlo.
viernes, 20 de abril de 2007
Hacer deporte en Amsterdam
En primer lugar están los consabidos carriles para las bicicletas, que se distribuyen por toda la ciudad y tiene prioridad sobre coches y peatones. Aún no hemos utilizado porque no hemos comprado las nuestras, pero será nuestro medio de transporte principal.
Se puede ver el amsterdamse bos justo al sur del ring (autopista A10). Vivimos justo al otro lado, a unos 5 minutos andando.
Hoy por la mañana he ido a ver el rocódromo (está a 5 paradas de metro de nuestra casa) que había visto en Internet. Es mucho más grande que el de Madrid (Espacio Acción). Y sobre todo mucho más alto. Tiene paredes de 25 metros. Son así, porque en Holanda no hay montañas, y todo el mundo que entrena, lo hace con cuerda. En Madrid todos hacemos buldering , a menos de tres metros de altura y sin cuerda (escalar lo hacemos en paredes naturales).
http://www.klimhalamsterdam.nl/
Cuando hemos llegado, hemos hablado un rato con el encargado y luego hemos estado viendo las instalaciones. Esta bastante bien de precio, así que mañana empiezo.
Lo dicho, en dos días en Amsterdam, y ya puedo hacer los mismos deportes que en madrid.
miércoles, 18 de abril de 2007
Instalados en Amsterdam
martes, 17 de abril de 2007
Nos vamos a Amsterdam!!!
lunes, 9 de abril de 2007
RECOMENDACIONES MUSICA ELECTRONICA DE LA SEMANA
- Savas Pascalidis & Gunjah @ Sternradio Berlin (06.02.2003).
- Steve Bug & Phonique @ Harpune Club Duesseldorf. Poker Flat Night (11.02.2006)
Para Escuchar en casa:
- Amute. "The Sea Horse Limbo" (Post Rock)
- Max Richter - Songs From Before (Ambient)
Espero que os guste.
domingo, 8 de abril de 2007
Actividades Semana Santa 2007: Escalada, marcha en la nieve, concierto y cajas
martes, 3 de abril de 2007
¡Carril bici en Madrid ya!
¿Porqué en Madrid no puede haber carril bici en condiciones? Me refiero a dentro de la ciudad. Que sirva para permitirnos realizar nuestros desplazamientos interurbanos cómodamente y, sobre todo, sin contaminar.
Tengo entendido que el ayuntamiento está construyendo un enorme anillo ciclista, en las afueras. Eso está muy bien para hacer deporte. De hecho, he utilizado algún tramo del que bordea la carretera de tres Cantos, y el que está enfrente del Campo de las Naciones.
Me temo que esa inversión no sirva para facilitar una alternativa de transporte al coche particular.
No, no es Madrid. Pero es que solo tengo fotos de viajes. Así que no podía subir ninguna de mis "peripecias" ciclísticas por el Paseo del Prado. La foto es de Costa Rica. Allí tampoco había carril bici, pero podías recorrer centenares de km de pistas, sin tráfico, por parajes increíbles.
Para aquellos que se sonrían cuando lean esto, pensando que el coche es la única opción (en este país son legión), y que los que vamos en bici somos unos “cutres”, baste con revisar una estadística. En Madrid, únicamente el 0,1% de los desplazamientos interurbanos se realiza en bici. En Londres y París, un 2%, es decir, 20 veces más. En Berlín un 10%. En Ámsterdam, no tengo el dato, pero aventuro que no bajará del 50%.
Pero claro, comparado con España, países como Inglaterra, Francia, Alemania y Holanda deben de estar atrasados en lo económico y social.
Suelo ir por Madrid en Bici (a veces patinando y en metro). Pero, en este momento, es casi como jugarse la vida.
El problema es, por una parte, que no esta hecha la infraestructura que lo facilita (el carril bici). Además tenemos la falta de consideración de los conductores de vehículos motorizados.
Te adelantan a toda velocidad (fácilmente 90 o 100 dentro del casco urbano) sin preocuparse de lo cerca que pasan. Te gritan y pitan porque les “molestas” (debe ser que están en una cerrar y cada décima de segundo es vital)
No se dan cuenta que, ellos sólo pierden cinco segundos (y cero gramos de energía), mientras que los ciclistas nos una grave caída (con posible atropello)
Algunos te recriminan que no vayas por el carril de la derecha (¿cómo diablos creen que podrás girar a la izquierda, en calles de varios carriles, si vas siempre por el carril de la derecha?) y pretenden que te pegues a la acera, para que ellos te puedan adelantar por el mismo carril en el que tu estas. Recomiendo a los ciclistas urbanos (en carretera, evidentemente, hay que ir por el arcén) que hagan todo lo contrario. Es mejor ocupar el carril entero, sino lo haces así, intentan pasar rozándote.
Yo no apelo a la normativa de tráfico, sino al sentido común y la consideración. Simplemente pido que, mientras no haya carril bici, se tenga cuidado con los ciclistas.
Reducir la velocidad en su presencia, facilitar sus maniobras, etc...(Incluso, y ya abusando del espíritu del buen rollito, sonreírles). Al fin y al cabo, el conductor del coche no pierde nada y los ciclistas iríamos más tranquilos.
lunes, 2 de abril de 2007
Llegada a Puerto Jimenez II; ¿El paraiso?
Entramos definitivamente en el pueblo y llegamos a un cruce de caminos con un montón de carteles indicando la dirección de los diferentes servicios del de Puerto Jiménez.
Bordeamos, dejando a la izquierda, lo que parece un campo de fútbol (esta muy oscuro), y al la do contrario, algunas casas y una pequeña pizzería. Es bastante "mona" , así que, como al menos ya tenemos un sitio para cenar.
Hay un par de personas cenando en una mesa del porche (a cubierto, claro), además de la dueña, que por el contorno, debe cenarse, ella sola, al menos un par de pizzas diarias. Decidimos parar para preguntar.
El local esta notablemente bien montado, tiene tres o cuatro mesas, y desde ellas se puede ver que te preparan la pizza en un horno, supongo, ladrillos y cemento. El olor es muy agradable y provoca que se me despierte el apetito.
Me dirijo a la dueña y le pregunto por las Cabinas Marcelina. Les cuesta entenderme. Entre mi acento y lo rápido que hablo, parece que lo haga en un idioma diferente. (Esto es algo que me ha pasado en todo Latinoamérica, al menos los primeros días). Le vuelvo a repetir el nombre y, aunque de forma un poco hosca, me indican el camino.
- Esta ahí mismito. Tienen que dar la vuelta y bajar hacia la playa. Lo verán en seguida.
Vuelvo al coche. Bajamos por nos han indicado y llegamos a unas Cabinas. Sin embargo en el cartel pone Cabinas Aguadulce. Por mucho que le doy vueltas no consigo encontrarle el parecido fonético entre Marcelina y Aguadulce. De todas formas busco la recepción para preguntar. Quizá se llamen Marcelina de nombre y Aguadulce de apellido, y en Internet no hayan querido aclarar su parentesco.
Rodeo el edificio. No tiene muy buena pinta. Las paredes están pintados animales; tucanes, jaguares, cocodrilos, en colores muy chillones. Entro en el jardín. De repente, veo, en la puerta de una de las habitaciones, una enorme rata, chapoteando divertida en un charco.
No es que yo sea muy maniático (al fin y al cabo, estamos en el campo, y esto podría pasar en el jardín de un hotel de 5 estrellas), pero no me parece muy buena señal de la calidad del establecimiento. De todas formas, no lo comprobaremos, porque, por más que lo busco, no encuentro a nadie que me pueda informar, y lo que parece la recepción esta cerrado.
Debo volver a insistir en que, para Costa Rica, las ocho y media de la tarde es una hora casi intempestiva para llegar a un sitio. No cambian la hora en función de la estación y, durante todo el año, a las 6 de la tarde es completamente de noche.
Regreso al coche, por supuesto, no le digo nada a mi novia de la rata. Decidimos volver hacia el centro del pueblo. Pasamos de largo por la pizzería, en la que nos han indicado tan maravillosamente mal, y, en seguida, entramos en la que parece la calle principal del pueblo.
Lo más característico de la misma es que, al ser la más transitada por vehículos, es dónde se concentran más baches. Jamás en la historia de la humanidad hubo una calle con tantos agujeros. Además eran inmensos, y, como están cada metro, la velocidad máxima a la que se podía circular era de 5 km/h.
No creo exagerar si digo que la poca gente que circulaba por la calle nos adelantaba andando. De hecho, era un poco ridícula la situación. Todo el mundo se quedaba mirando el bamboleante todo terreno de color blanco, que hacía su entrada triunfal, a "paso de burra".
Entre traqueteo y traqueteo, observábamos lo que podíamos. A ambos lados había algunos bares, Casi todos medio vacíos, y tiendas, ya cerradas. El aspecto desde luego era pintoresco, pero para nada un destino paradisíaco de turistas.
Volvimos a parar en otro bar, en este caso el Carolina (muy famoso en la localidad), me acerqué a la barra, y pregunté a una camarera joven por nuestras cabinas. Esta vez respondió a la primera (¡increíble!, me habían entendido. Mi madre siempre me ha criticado porque dice que no vocalizo. ¡Ah!, ¿quien no vocaliza ahora?!)
- Está ahí mismito señor, siguiendo la calle, la siguiente cuadra a la izquierda.
Parecía fácil. Pero claro, antes también me lo había parecido.
Esta vez no hubo problemas, y, dónde nos dijeron que estarían, encontramos la casa con un flamante cartelito, que rezaba, Cabinas Marcelina.
Aparcamos el coche en la puerta y buscamos la entrada. A todo esto, yo le iba explicando a mi novia lo que eran unas cabinas, y lo bien que íbamos a estar.
Las cabinas suelen ser casas de particulares que habilitan alguna zona anexa al edificio principal para alquilar habitaciones.
Buscamos la entrada y llamamos al timbre. Nada más pulsar, empezaron a oírse ladridos de unos perros que, a pesar de que aún no los veíamos, era fácil deducir su enorme tamaño.
Efectivamente, a los pocos segundos, se abre una puerta y salen corriendo dos Rottweiler tamaño "XXL". Afortunadamente para nosotros (y, supongo, que desafortunadamente para ellos), había una verja metálica, que delimitaba el jardín delantero de la casa, y nos servía de última protección.
Por encima se los ladridos se oyó una voz de mujer, y en seguida salió una señora de una 60 años, bajita y bastante gruesa, en camisón.
- Buenas noches, ¿que desean?
- Buenas noches. Teníamos una habitación reservada (por internet) para un par de noches. Mi nombre es JRM.
- Ah!!, un momento por favor.
No le hizo mucha gracia, pero me aseguró que no pasarían a esa habitación. La verdad, es que no me fiaba mucho, pero había que hacer de tripas corazón, así que pasé.
Al día siguiente Magda, pues así se llamaba, me confesó que, por las noches son bastante precavidas. Había habido algún robo y la casa estaba regentada sólo por mujeres (de ahí la necesidad de las mascotas)
Comprobó en su libro de reservas que efectivamente teníamos que llegar esa noche. Nos preguntó si preferíamos la habitación con aire acondicionado o “sin”, a lo que tardé en responder una micra de segundo, que obviamente “con”.
Cogió una llave y nos pidió que la acompañáramos. Dimos la vuelta al edificio. Entramos en un bonito jardín, con un cenador en el centro, en torno al que se seis habitaciones estaban dispuestas en forma de L.
La nuestra era la 3. Nos abrió, nos pidió que pasáramos y “chequeásemos” que nos parecía bien la habitación. Un rápido “chequeo” permitía ver una habitación muy sencilla. Con un baño limpio, una cama de matrimonio con sábanas blancas razonables, una pequeña estantería dónde apoyar la ropa y, lo mejor, un aparato de aire acondicionado.
Lo primero que hice fue encenderlo porque, en este clima, me pegaba la vida sudando. En cuanto le confirmamos que nos gustaba, Magda se relajó un poco y estuvo más simpática (claro, ya éramos clientes. Hasta ese momento, sólo habíamos tocado en su puerta cuando, probablemente, estaría apunto de acostarse).
Me indicó que la acompañará, abrió la verja del jardín, y metí el coche en una pequeña explanada de hierba dónde ya había otros dos. Una vez dentro volvió a cerrar y le puso un candado. Me comentó que era mejor tenerlo cerrado por si acaso.
Entramos las maletas a la habitación y Magda, se despidió hasta el día siguiente, y nos dejó solos en la habitación.
Bueno, pues ya estábamos en “casa”. La habitación estaba bastante bien. Descansamos media hora, nos duchamos y salimos a busca algo de cena.
jamás consigo terminar, en una extensión razonable. Seguirá en el póximos post..