El jueves amaneció muy despejado y nos hemos ido a la playa. Esta a unos 45 minutos de casa en tren. Mientras nos acercábamos al destino (impronunciable); Zanndvoort aan zee, unos nubarrones empezaron a cubrir todo el cielo, aunque no nuestro ánimo.
No podríamos tomar el sol, pero llevábamos una cometa de 7 metros y una pelota de fútbol. ¿Que más se necesita pata entretener a unos niños en la playa?
Cuando llegamos ya estaba chispeando y hacía bastante viento. La playa esta muy bien es muy larga y tiene una arena razonable. Desde luego es mejor de lo que me esperaba y, en un extremo, había más de 50 personas haciendo kite, prueba inequívoca de que el escenario es adecuado para volar cometas.
Después de jugar un rato con los crios, comer, y dar un paseo, me decidí a abrir la cometa. El viento era fuerte, tanto que, los kites surfistas volaban sobre el agua. Estaba un poco acojonado pensando que me iba a arrastrar por toda la playa.., pero tenía que intentarlo.
Bueno no voy a aburriros con detalles inútiles, la cosa es que voló. Voló increíblemente bien. Tiraba mucho, pero conseguí ponerla sobre mi vertical en pocos segundos, y desde ahí es más controlable. Practiqué giros en los que, como tiraba tanto, podía dar saltos de hasta aproximadamente un metro de alto y varios de largo (según los espectadores; mi hermana y Raquel, yo no me veía claro).
Sólo me tiró una vez (al caer de uno de los saltos) y cómo la cometa se quedo arriba, pude levantarme y controlarla otra vez. En total no serían más que unos 10 minutos, pero totalmente satisfactorios. Lo malo es que no hay documento gráfico porque nos dejamos la cámara en casa.
Después de mí, probó me hermana. Muy voluntariosa desde luego, porque era su segundo día, y la verdad es que hacía mucho viento. No tuvo suerte (además de que pesa 30 kg menos que yo) y la cometa se le cayó al agua, llenándose de arena y agua.
Entre el viento y que estaba chispeando, nos fue imposible limpiarla, así que hubo que recogerla. Una pena. Sin embargo, para mí el balance había sido muy positivo. Tengo a 40 minutos de casa (además del Bos) una playa vacía casi todo el año y con viento fuerte de forma habitual. A partir del 19 de julio que me traigo el patín, pienso ir como poco un día a la semana a hacer mountain board.