miércoles, 28 de febrero de 2007

RECOMENDACIONES MUSICA ELECTRONICA DE LA SEMANA

Esta semana sí que he podido investigar, bajarme música nueva, y hacer una selección en condiciones, para recomendar. Como siempre, hay cosas para todos los públicos y otras par iniciados.

Son estas:
  1. Daft Punk. Discovery.
  2. Miss Kittin & The Hacker. Vitalic Funk.
  3. The Hacker & dj Psy & Miss Kittin @ After Merci sesion elektro 4.3.2006
  4. Jonh Acquaviva. acquaholic.

Y para más iniciados;

  1. Marco Carola. Fabric 31.

Para saber más cosas de cada una de las recomendaciones, podéis mirar en:

http://www.clubbingspain.com/

Por cierto, tengo que reconocer que no he hecho ningún progreso con el Ableton. El manual, de casi infinitas páginas de las que no entiendo nada, me sobrecoge.

martes, 27 de febrero de 2007

1440 minutos

Me gusta mucho este anuncio. No se si, comercialmente, estará teniendo mucho éxito, porque ni siquiera recuerdo que anuncia. El caso es que da buen rollo cuando lo veo.
Empieza, con un tipo que abre la puerta de su casa por la mañana, y se encuentra una caja en el suelo. La recoge y cuando la abre, se encuentra dentro con 1.440 euros.
Una voz, explica que eso va a suceder todos los días de su vida, que puede hacer lo que quiera con el dinero, regalarlo, gastarlo. Sin embargo al final del día ya no tendrá más. No lo puede acumular, pero mañana tendrá otra caja ¿de que preocuparse? !Parece un chollo!. Pero claro, no es real, ¿o sí?.
El anuncio termina con la voz explicando que, en realidad, la vida es así. Sólo que en lugar de euros, te regala minutos. Exactamente 1.440.
Hoy he pensado en eso cuando me he levantado. He mirado por la ventana. Había un sol espectacular en Madrid y una temperatura cercana a los 20º. Después de desayunar, me he puesto los patines, he cogido la Ipod, un libro, y me he marchado al Retiro.
Creo que no he desperdiciado ni un sólo minuto.

lunes, 26 de febrero de 2007

Marruecos día 1; La cosa no era para tanto.

Nota: Si estaís pensando hacer un viaje a Marruecos, os recomiendo que visitéis la guía de Marruecos que hemos escrito recientemente para BuscoUnViaje.com.

Lo habíamos dejado cuando llegue a la Pensión Palace (el otro día no me acordaba del nombre pero he revisado las notas).
Una vez “negociado” el precio de la habitación con el recepcionista, le sigo por un intrincado laberinto de escaleras y pasillos en la más absoluta penumbra, salvo, de vez en cuando, por unas velas dispuestas en el suelo.

La pensión Palace, según había leído, estaba ubicada en un antiguo edificio español (creo que de correos). Era grande y se distribuía a partir de una serie de patios interiores.

Mientras caminamos, intentaba orientarme, porque luego tendría que entrar y salir por mis propios medios. No era fácil porque en bastantes sitios había que decidir entre varias opciones.

Finalmente, llegamos a una especie de distribuidor, que daba a las puertas de 4 habitaciones. El techo era una especie de pirámide acristalada, pero con los cristales rotos, y había una gran lámpara colgante también de cristal, en tonos azules, en muy deficiente estado y que no iluminaba demasiado.

El conjunto, a pesar del deterioro, era bastante bonito. Desde luego aceptable para tratarse de una pensión de 50 Dh (5 euros). Se podría decir que tenía encanto.

Mi habitación era la 28. Entro en ella detrás del recepcionista, y compruebo que es sencilla, pero pulcra. Paredes blancas, en general bien pintadas, aunque algún desconchón empezaba a asomar en las esquinas. La cama de matrimonio, con sábanas de limpias, aunque un colchón un poco hundido.

En una pared había también un pequeño lavabo. Ya sabía que en este tipo de pensiones el baño era comunitario y lo único que tenías dentro de la habitación era eso, el lavabo.

Lo peor era el armario con espejo, que estaba impracticable por el polvo que acumulaba y la inexistencia de perchas. Finalmente tenía una pequeña mesa con su silla, que me vendría bien para poder escribir mis notas del viaje.

Mientras lo miraba todo, el recepcionista se despidió, sin muchas alharacas. Me quedo sólo en la habitación. Como aún tengo algo de susto en el cuerpo, me encierro inmediatamente.

Mi primera preocupación era sacar de la maleta los papeles en los que tenía apuntados los teléfonos, de las dos personas de contacto en Tánger, que me habían facilitado. Ana y Anwar (se pronuncia Anuar).

Aunque a mí estas cosas (llamar a alguien desconocido), me dan un poco de vergüenza, pero en ese momento, y con la sensación de que si no venía alguien a buscarme no me iba a atrever a volver a salir a la calle, no era obstáculo suficiente.

Saco los números y marco, primero el de Ana. 00212… Llamada cortada. Pruebo otra vez, pero esta vez sin el prefijo del país, 65…… Otras vez, llamada cortada. Repito la operación con el número de Anwar. Vuelve a darme llamadas cortadas en ambos casos. Me pongo un poco nervioso. Aunque me han asegurado que en Marruecos la telefonía móvil funciona perfectamente, dudo.

Me doy cuenta de que el la pantalla del móvil todavía aparece red Vodafone, lo que debe significar que no se ha conectado automáticamente a ningún operador marroquí. Sin embargo tiene cobertura.

Se me ocurre que igual había dado la casualidad de que ambos estaban comunicando. Incluso pienso, absurdamente, que podrían estar hablando entre ellos, de mí.

Intento llamar a España para hacer tiempo. Me sale llamada cortada tanto si marco el número directamente como si marco el 0034. Me entra una pequeña risilla nerviosa. No me funciona el móvil en Marruecos. Estoy sólo, pienso para mí.

Intento buscar en configuración del teléfono, la opción de buscar nueva red de forma manual. No lo encuentro. Más nervios. Al final, dándole varias vueltas, lo consigo y conecta a un operador. Sin embargo no da cobertura.

Algo de lo que estoy haciendo no esta bien. Lo que pasaba es que, una vez que selecciono una red de las dos opciones que me aparecen (MOR IAM y MOR MEDITEL), le doy a aceptar, pero al no salirme cobertura en los 5 segundos siguientes, no tengo paciencia, y le doy a cambiar al otro operador.

Al final, sin saber muy bien que he hecho diferente, me conecta definitivamente a MOR IAM, aparece un iconito de una maleta, junto a la cobertura y 5 magníficas rayas que indican cobertura excelente.

Vuelvo a llamar a Ana y, con un vuelco en el corazón, descubro que da línea, y, mejor todavía, contesta.

- ¿Hola?
- ¡Hola Ana! Soy JR, el amigo de Ana, estoy en Tánger. Le suelto a bocajarro.

Vacila un momento, pero reacciona (estaba avisada) y contesta.

- ¡Ah! ¿Ya has llegado?
- Sí, ya estoy en la pensión y estoy bien.

Supongo que le extrañaría que le dijese que me encontraba bien. ¿Porque no iba a estarlo? Ella vive allí y no le parecerá muy normal, que un tío de metro noventa y dos centímetros este encerrado en su habitación y acojonado.

Me quedo dudando un momento, si explicarle de inmediato mi “situación de necesidad”, o mantener una imagen de suficiencia. Decido ser sincero y pedirle una “cita”.

- Perdona que te asalte, pero es que Ana me dijo que te llamase con toda confianza y era por si podíamos quedar a Cenar.

Vuelve a dudar un momento.
- Si, claro, claro, me contesta ella. Lo que pasa es que todavía tengo que hacer unos recados, y no tengo planes exactos para esta noche. Igual íbamos al cine a ver una película, porque están proyectando un ciclo de cine europeo, y eso no es muy habitual en Tánger.

Calla un instante y prosigue.

- Aunque, claro, igual a ti no te apetece.

Yo no dudo, pero balbuceo.

- No, no, ¡yo me adapto a lo que sea!

Dios mío, ¡no me quiero quedar sólo!.

- Vale, pues dame media hora, y te vuelvo a llamar para decirte como quedamos.
- Perfecto. Le doy muchas gracias tres veces y cuelgo.

¡Uf!. Suspiro aliviado. Parece que tengo “salvación”. Voy a quedar con alguien, que conoce la ciudad y me “protegerá”.

Me animo mucho, y empiezo a pensar con más claridad. Ahora ya tengo una base de operaciones, la habitación de mi pensión, y una cita, para más tarde. Paso, en un segundo, del miedo, a la euforia.

Y, aunque parece increíble, también paso en un instante, de no querer salir de la habitación, a pensar en explorar. Lo que quería fundamentalmente era comprobar si al no llevar la mochila, me podría mover con mayor facilidad por la calle, sin llamar tanto la atención, o por el contrario la sensación que había tenido cuando venía era real.

Esa era un poco la clave del viaje. Desde luego la idea de que iba a estar un mes entero en Marruecos perseguido por guías falsos no era muy atractiva.

De momento para relajarme un poco llamo a España para decir que estoy bien. El móvil funciona a la primera. ¡Perfecto! Cuando termino, me preparo y me doy cuenta, que, en el fondo, estas sensaciones son las que buscaba con el viaje. Un poco de aventurilla, romper la rutina, conocer cosas nuevas, así que no me puedo quejar.

Cunado estoy preparado, me vuelvo a poner el polar y salgo de la habitación. Llevo botas, pantalones grises oscuros de montaña, y el polar, que es negro y gris, con capucha, así que no puedo llamar mucho la atención de noche. Además mi pelo es castaño oscuro. ¡Joder, soy español, no un rubio sueco pecoso! Tampoco puedo cantar mucho sin la mochila.

Salgo al distribuidor, cierro, e intento recordar el camino por el que he venido. Dudo un poco en alguna intersección de pasillos y escaleras, pero al final salgo a un patio interior que me suena, bajo unas escaleras y llego a recepción.

Como no llevo ni un dirham encima, me dirijo otra vez al recepcionista para que me cambie algo de dinero. Calculo que con 40 euros, que es más o menos la mitad de lo que he traído conmigo, tendré suficiente. No se si es mucho o poco, pero en comparación con el precio de la habitación 50dh, me parece que 400 tiene que bastar.

Una vez que el recepcionista me los da, me dispongo a salir a la calle, pero el tipo me retiene.

- Oye, oye.

Y por toda explicación, me alarga un papel.

Lo miro con cara de tonto, primero a él y luego al papel, hasta que al final, me doy cuenta de lo que es. Claro, en Marruecos hace falta un documento acreditativo del cambio realizado. Lo cumplimento y se lo queda. Me sonaba que en mi guía decía que teníamos que quedarnos con una copia, por si me lo pedían a la salida del país, pero el tipo no hace mención y yo tampoco le pregunto.

Además, ¿dónde me van pedir los papeles? ¡Si en este país no hay control de aduanas! Además mi plan era sacar el dinero directamente en dirhams, en los cajeros.

Al fin, salgo a la calle. Justo a la izquierda de mi pensión, como a unos 15 metros, había una pequeña plazoleta, que se llama el zoco chico. Lo había visto en el plano, y pretendía evitarla, porque, teóricamente, es la zona más conflictiva de la Medina.

Decido, por tanto, desandar el camino, bajando a la derecha, por la calle por la que llegué, bajar la escalera y una vez abajo, intentar callejear hasta llegar al hotel Continental.

El Continental es el hotel más grande y lujoso de la medina, y además ya lo había localizado visualmente mientras realizaba mi caminata por el puerto, así que creía poder encontrarlo.

En principio, este hotel era el que me habían recomendado para quedarme, pero aunque no era muy caro en términos españoles (no pasaba de 30 euros la noche), comparado con mi pensión era 6 veces más. Y un trotamundos (que era, aunque primerizo, lo que yo pretendía ser) siempre intenta ir a los sitios más baratos y auténticos.

Nada más salir a la calle, la primera buena noticia. Mi guía pesado no estaba esperándome. En total habría pasado una hora desde que me dejó, así que lo más probable es que se hubiese cansado.

Como táctica, empiezo a andar rápido e intentado parecer decidido. Paso por delante de las otras pensiones y ninguno de los que antes me chillaban, ahora me dice nada. Eso me da confianza.

Parece que esto funciona porque, ni siquiera parecen darse cuneta de mi presencia. Además la intimidad me permite mirar un poco, aunque tampoco en demasiado porque sigo andando rápido para no despertar “sospechas”, las cosas, las calles, los comercios.

Bajo las escaleras, atestadas de gente, y sigo sin ser asediado. Cunado llego abajo, giro a la izquierda y veo un cartel que indica la dirección del hotel continental, y la distancia, 200 metros. ¡Fantástico!. Gano algo más de seguridad, aunque sigo recordando que, en teoría, la medina, por la noche, es peligrosa. Otro cartel, Continental a 100 metros. Cruzo entre grupos de personas y nadie me dirige la palabra.

Unos niños juegan a baloncesto en una pequeña cancha, situada en una terraza sobre el puerto, y tienen bastante público. En un inicio de arranque de euforia, se me ocurre jugar con ellos.

El arranque pasa y sigo mi camino. ¡Tampoco hay que pasarse!, pienso.

Continental 50 metros. Ya veo la puerta. Cunado me dispongo a franquearla, un empleado de seguridad me mira y me pregunta dónde voy.

Le hablo en español, y me invento que he quedado con una amiga en el bar del hotel. En un segundo se da cuenta que soy un turista y, con su mejor sonrisa, me hace pasar. Además me indica el camino, aunque este era evidente porque la entrada estaba justo enfrente.

He triunfado. Estoy en la terraza del hotel, encima del puerto, escuchando las olas contra el espigón. Al fondo, las luces de toda la superpoblada bahía de Tánger. Me siento seguro. El paseo de escasos diez minutos me hace comprender que la Medina no era tan terrible como inicialmente me había parecido. He recorrido andando por la noche una buena parte de la medina y nadie me ha molestado.

Mis miedos iniciales se debían a la inexperiencia y estaban casi totalmente injustificados. Lo que había pasado es que la mochila había hecho que todos los guías falsos, un 1 % de la población, fuesen a por mí. Sin embargo, una vez liberado de esa carga, me podía mover entre el 99% restante con total tranquilidad.

viernes, 23 de febrero de 2007

Anorexia y Pasarela

Este es un tema que me indigna especialmente. Sobre todo ver como los principales implicados, modelos y diseñadores, están haciendo una campaña en contra de las medidas mínimas de peso para desfilar.

Los estúpidos argumentos que esgrimen son:
  1. Hay modelos que son extremadamente delgadas por naturaleza, pero que no están anoréxicas, y claro, estas medidas las discriminan, para trabajar, por su físico.

  2. No es la pasarela la que impone un canon de belleza excesivamente delgado sino la sociedad.

En primer lugar, ¿como puede alguien quejarse de en esa profesión se discrimine a alguien por sus medidas?. Precisamente esa profesión se basa en eso. ¿O es que desfilan gordos, bajos, cojos?. No, sólo desfilan aquellos que representa el canon de belleza. El problema es que ese canon es prejudicial para la salud y no representa la belleza.

En segundo lugar. Ese canon de belleza es exclusivo de la pasarela y no se comparte por el resto de la sociedad. La belleza real, la que nos gusta a todos, es un hombre o una mujer, atlético, con curvas, fuerte. desde luego nada parecido a estas chicas que parecen a punto de morirse de hambre.

Un prueba, algunas portadas de las principales revista para hombres de nuestro país.





¿alguna de estas chicas se parece a las modelos de pasarela? ¿parecen mal alimentadas?. Claro que están delgadas, pero no enfermas.

Por último. Fijaros en las medidas de los modelos hombres. Están cachas. Nada de tíos esmirriados y ojerosos. ¿porque esa diferencia?, ¿misoginia?

jueves, 22 de febrero de 2007

Carnaval de Venecia 2007

Una buena amiga ha estado el fin de semana pasado en el Carnaval de Venecia. Por lo que tengo entendido, ir en esas fechas a Venecia debe ser bastante caro, así que, lo más probable es que mi presupuesto no de para verlo en directo.


Gracias a mi amiga, al menos, puedo verlo en fotos.












miércoles, 21 de febrero de 2007

RECOMENDACIONES MUSICALES DE LA SEMANA

Como ultimamente sigo sin escuchar mucha música nueva, voy a recomendar algunos discos de los que me engancharon a la música electrónica. Los que me conocen saben que me puse muy pesado (los escuchaba a todas horas) cuando descubrí alguno de ellos. Son estos:
  1. Essence. A Guy Called Gerald.
  2. Kommunikation. Spunky.
  3. DJ Kicks. Erlend Oye.
  4. Ten Years Of Strictly Rhythm. Masters at Work.
  5. Bodily Functions. Mathew Herbert.

Inmigración en España; Obligación y oportunidad.

No esta entre los propósitos de este blog hablar de temas políticos, sin embargo, el tema de la inmigración, me toca la fibra sensible.
Además me siento absolutamente alejado del discurso de todos los partidos políticos, y, por tanto, libre de expresar mi opinión (sin que se me acuse de estar "vendido" a bando alguno).
Hace unas semanas leí un post, en el blog de mi amigo ra y mon "pensamientos aleatorios", en el que se incluía (evidentemente para criticarlo) la siguiente carta: (es una pena que no aparezca, en la carta, el nombre del imbécil)
Este fin de semana también me he cruzado con otro racista de los que dicen simplezas del estilo de "España es para los españoles" o "Es que no hay puestos de trabajo para todos". Quiero pensar que, en la calle, esta gente es minoría.
Mientras tanto los políticos no hacen nada para evitar el drama que se está produciendo, sobre todo, en el áfrica subsahariana.. Su frase favorita es, "la inmigración es buena, pero tiene que estar ordenada". !Claro, y, a ser posible, que vengan todos de Finlandia, con un master y dinero en el bolsillo, para gastarse en el Corte Inglés!.
Pero la inmigración nace de situaciones desesperadas, en estados desestructurados ¿Quien puede ordenarla? Ese, es el trabajo de los políticos de los países receptores. Hasta ahora, que yo sepa, los dos únicos ejes de su acción política son:
  1. Control fronterizo. Que además de ineficiente, es inmoral, ya que lo único que hace es que no veamos el problema, pero no lo soluciona.
  2. Firmar acuerdos de repatriación con países de origen, que permiten, a cambio de dinero, reenviar a los inmigrantes que "pasan" el cerco.

El que podría ser el tercer eje, la cooperación al desarrollo, es un (perdón por la expresión) descojone. Consiste en darle pasta a los mismos gobiernos (de ladrones) que tienen a sus países sumidos en la miseria. Estos automáticamente abren una cuenta en Suiza, se construyen casas en Miami, o ponen al mando de las pocas empresas que se crean con el dinero, a sus hijos, sobrinos, esposas, etc..

Es como poner a un zorro a cuidar al gallinero.

Las ONGs tienen el mismo problema. Necesitan a las instituciones locales, pero estas les roban, chantajean y si se quejan, las expulsan del país.

No digo que sea un problema fácil de resolver, pero me parece que la solución tiene que pasar, por un lado por facilitar la integración en nuestros países de todos los inmigrantes (que mandarán dinero a sus casas), y por otra, hacer algo parecido a lo que se ha hecho en la U.E (fondos estructurales).

Los puntos del discurso político que me gustaría escuchar (aunque no tengo ninguna esperanza) sobre el "problema" de la Inmigración en España (y en general en la Unión Europea) serían estos:

Para favorecer la integración de los inmigrantes que vengan a nuestro territorio:

  1. Todos los ciudadanos de origen extranjero que lleguen a territorio nacional y lo deseen, obtendrán, con el único requisito de solicitarlo, el correspondiente permiso de trabajo.
  2. El Inem, y los organismos autonómicos, provinciales y locales competentes en la materia, pondrán a todos sus funcionarios a trabajar para insertar a estos nuevos demandantes de empleo en las empresas (empleo por cuenta ajena), o prestarles asesoría y financiación (créditos blandos), para que pongan en marcha pequeños negocios. (Igual que al resto de los ciudadanos).
  3. Poner en marcha una compaña de sensibilización ciudadana basada en dos principios: la integración del inmigrante como obligación moral, y, en segundo lugar, como oportunidad (de "negocio") para el país receptor.

Para apoyar el desarrollo de los países de origen:

  1. El gobierno español, se dirigirá al Parlamento europeo para proponer la articulación de fondos estructurales con países del África Subsahariana, iguales a los que se articularon entre los países europeos. Se articulan ejes de acuación; reformas estructurales, desarrollo de infraestructuras, lucha contra la corrupción y políticas de educación, salud, empleo. Se priorizan los proyectos más importantes, se ejecutan y, a posteriori, la UE lo financia. El dinero no sale hasta que está hecho lo que se había proyectado.
  2. El Objetivo podría ser que los países receptores alcanzasen un 50% de la´renta media europea en el 2020. Actualmente no alcanzan ni el 10%.
  3. En Caso de que la UE se negase (recordemos las negativas de algunos socios a la incorporación de Turquía, o al Tratado Constitucional), España, desarrollaría esta política con un país concreto (digamos de unos 20 millones de habitantes). De esta manera "sacaríamos los colores" a nuestros socios, frente a sus opiniones públicas.

Hay miles de motivos para establecer estas políticas, algunos morales, y otros puramente practicos. Algunos que se me ocurren son:

  1. Las personas nacemos en un determinado país por casualidad.
  2. Los países no son propiedad de nadie.
  3. Es imposible detener la inmigración. En Estados Unidos (que es un país restrictivo) en los últimos años, aumentó la población en 100 millones (y no parece que les vaya mal).
  4. Todos tenemos derecho de ir a otro sitio para buscar un futuro mejor.
  5. Con los ciudadanos de países latinoaméricano compartimos auténticos lazos de sangre, ¿como cerrarles la puerta ahora que de este lado del océano nos va bien?.
  6. Infinidad de Españoles emigraron en el siglo XX a América para buscar mejorar sus circunstancias, (Ver reportajes que está emitiendo TVE2 sobre inmigrantes españoles en América durante el siglo XX, muy edificante).
  7. No se puede seguir permitiendo moralmente que mientras en Europa vamos en "Mercedes" con climatizador bizonal, PDA, y todo tipo de lujos, un poco más al sur existan países con una esperanza de vida inferior a los 40 años.
  8. Los puestos de trabajo no se agotan. Los inmigrantes consumen, generan demanda de nuevos productos, crean empresas, pagan impuestos, y hacen que la economía crezca.
  9. España tradicionalmente ha sido un país con más problema de despoblación que lo contrario. Nuestra densidad de población esta muy lejos de la de países de nuestro entorno.
  10. Incluso por razones de mercado, hay 900 millones de africanos que no compran nuestros productos porque, ni en sueños, tienen el dinero para comprar la tecnología europea.

Lo que me cuesta entender es porqué algo que, a mí, me parece tan evidente, no se hace. Tampoco entiendo cuando nuestros políticos se olvidaron que, en teoría, su trabajo consiste en imaginar un mundo mejor, articular proyectos que lo posibiliten y financiarlos con nuestros impuestos.

Seguramente soy muy ingenuo.., pero es lo que, humildemente, pienso.

martes, 20 de febrero de 2007

Bocas del Toro; Panamá

Nota: Si estáis pensando hacer un viaje a Panamá, os recomiendo que visitéis la guía de Panamá que hemos escrito recientemente para BuscoUnViaje.com

Como comenté en anteriores post, el viaje a Costa Rica nos dejo tan buen sabor de boca, que al año siguiente buscamos un destino vacacional, cercano, porque nos imanábamos que podríamos encontrar paraísos similares, y porque además queríamos repetir visita a la península de Osa.



Con esas premisas, estaba cantado que la opción era Panamá. Además, dentro de las posibilidades que ofrece este país, seleccionamos las zonas más cercanas a la frontera con Costa Rica, es decir, el oeste del país.



De Panama city, nos desplazamos en un vuelo doméstico (Aeroperlas) a Bocas del Toro, que es la capital de un archipiélago con unas cinco o seis islas principales, un montón de islotes y los famosos cayos zapatillas (que en realidad son arrecifes coralinos).



El archipiélago, en su conjunto, es un paraiso, pero la Isla principal esta bastante degradada. Me explico, en la capital, Bocas, hay bastante turismo y además la población local adolece de cualquier conciencia de conservación de la naturaleza. El concepto papelera no existe, ¿para que sirve la playa más que para tirar la basura y que el mar se la lleve?.



Desde luego me parece mucho más recomendable ir a otras islas, en dónde no hay poblaciones, y los hoteles están aislados, pero cuentan con playas y bosques prácticamente vírgenes.



Nosotros estuvimos en Bastimentos. En un hotel que alquilaba cabañas en la Playa. No era barato, pero era perfecto para descansar unos días y olvidarse del mundo. Si alguien no sabe dónde ir este verano, (en pareja me parece lo más recomendable) este sitio es un lugar ideal.



He subido algunas fotos para que os podáis hacer una idea. Las actividades principales que se podían realizar eran; Kayak, snorkeling, buceo, marchas en la selva (muy recomendable) y visitas a poblaciones indígenas.









Esta fue la primera etapa del viaje. El recorrido completo fue:



  • Madrid - Panama City

  • Panamá City - Bocas (Avión)

  • Bocas - Bastimentos (en lancha)

  • Bastimentos - Guadalupe (taxi lancha y autobús)

  • Guadalupe - Puerto Jimenez; Costa Rica. (Autobús y Barco)

  • Puerto Jimenez - Punta Burica;Panamá (Barco, Autobús, Taxi, Camión Colectivo, y 3 km de pateo)

  • Punta Burica - David.

  • David - Panamá City.

lunes, 19 de febrero de 2007

MI PRIMER DÍA EN MARRUECOS O LA TÁCTICA DEL “CORRE - CORRE”.

Cuando llegué a Tánger, dos sentimientos fundamentales (además del deseo, evidentemente, de disfrutar del viaje) dominaban mi ánimo. Por una parte, una firme voluntad de no preguntar a nadie dónde están las cosas (característica muy presente en el género masculino), y además no permitir a nadie que intentase engañarme.

No iba a preguntar a nadie porque no quería parecer un pringado que esta en su primer viaje de “aventurilla” y además me parecía que el viaje tenía más encanto si aprendía a defendermeyo solo. ¡Soy un Routard! (es el nombre de guía de viajes, en español, trotamundos) !y me desenvuelvo perfectamente en cualquier situación!, me repetía a mi mismo, una y otra vez, para aumentar mi seguridad.

Además me habían advertido tantas veces sobre los guías falsos, que pretendiendo ayudarte a llegar a tu hotel, te llevaban, en el mejor de los casos, a otro peor dónde tenían comisión y, en el peor, te robaban todo lo que llevases encima, que mi plan consistía en no hacer caso a nadie.

Estos pensamientos provocaron que cogiera impulso y, en mis primeras horas en Tánger, me lanzase a una loca carrera, que me generó bastante angustia y probablemente algún peligro más de lo necesario. Creo que por idiota, más que por riesgo real.

Os cuento mi recorrido desde el Barco hasta el hotel.

El pasaporte nos lo había sellado, una pareja de la policía marroquí a todos los pasajeros, en el propio barco, que ni siquiera nos miró a la cara. Muy eficiente, pensé, un trámite menos que hacer al llegar al puerto.

Sin embargo, no nos pidieron ningún papel para Aduanas y, supuse, que cuando llegásemos a la Terminal, tendríamos que pasar por algún control y rellenar alguna declaración.

Una vez que atracamos y mientras colocaban la pasarela para bajar del barco, se formó una cola de pasajeros deseosos de llegar a tierra. Había sido un viaje muy movido por el levante, y había echado la papilla prácticamente el 100% del pasaje (yo me contuve a duras penas).

Supuse que justo a la bajada estaría el control y me coloqué, más o menos, en la mitad de la cola, para imitar lo que los demás hicieran.

No hubo ningún control, fuimos caminando por la pasarela y nadie nos hizo ninguna indicación. Cuando llegamos al vestíbulo de la Terminal, tampoco había ningún control, sino que directamente nos mezclamos con la gente que estaba esperando a los pasajeros.

Ya estábamos en Marruecos! Era la primera vez que entraba en un país sin pasar ningún control de inmigración o aduanas. Lo lógico hubiera sido preguntar a alguien de la compañía naviera o dirigirme a información, pero como desde el momento de llegar al vestíbulo empezó el “acoso” de los taxistas, y yo estaba decidido a no dejarme timar por nadie, pasé de todo, y me dirigí a la salida de la Terminal a toda velocidad.

Empezaba la carrera!

Nada más salir de la Terminal, se incrementaron los ofrecimientos de taxi. Es un fenómeno generalizado en todo Marruecos. Deben de pensar que los turistas somos ciegos y que si no nos gritan, Taxi, Taxi!! No nos vamos a dar cuenta de su existencia y función.

Por supuesto, ignoré todos los ofrecimientos que me hicieron y salí pitando en busca del hotel sin preguntar a nadie. El problema fue que como todos los pasajeros tenían a alguien esperándoles en el vestíbulo o cogieron un taxi, me convertí en la única persona (y habría unas 200 personas más) que pretendía salir a pie del puerto. No podía seguir a nadie, que era mi plan original.

Miento, había otra persona. Una chica Marroquí de unos 25 años con un carrito y su hijo. Y yo, como un idiota detrás de ella. !Menuda protección!. Además iba tan despacio que al final no me quedó otro remedio que adelantarla y a unos 100 metros de distancia de la Terminal ya estaba solo.


En general, los puertos siempre son un tanto complicados, lo sé bien, porque he trabajado bastante para el sector. Suelen producirse bastantes delitos en sus instalaciones. En Tánger, por la noche, sólo, con todas mis pertenencias encima (una super mochila que pesaba como un muerto), y sin tener ni idea de por dónde se salía del puerto, no me sentía, como es lógico, lo más seguro del mundo.

Sólo tenía una idea aproximada de por dónde tenía que ir, por lo que había podido orientarme mirando el mapa (apenas un croquis) de mi guía.

El Puerto además estaba lleno de grupos de hombres que, aparentemente no hacían nada más que esperar, supongo que el barco de turno para cruzar hacia España, o serían tripulaciones de barcos. A priori, mis prejuicios me hacían desconfiar de grupos de gente parados en la calle sin hacer nada. En España, normalmente, todo el mundo va a algún sitio o está haciendo algo. Y normalmente, en los barrios más complicados de nuestras ciudades, la gente que esta parada por las esquinas, sin hacer nada, suelen ser camellos o proxenetas.

Evidentemente todos se quedaban mirándome, pero ninguno me dijo nada y, lo que es seguro, es que ninguno era un maleante, porque yo estaba sólo y absolutamente a merced de quien hubiese querido hacerme algo. Además tenía una pinta de guiri que tiraba para atrás y estaba claro que no sabía adonde iba. Sin embargo nadie me molesto.

A los diez minutos, entre el peso y los nervios de no saber adonde iba, estaba sudando como un pollo.

Mientras caminaba, veía a mi derecha, arriba, la Medina, que era dónde yo tenía el hotel, pero aparentemente estaba separada del puerto por un muro. Pensé en dirigirme hacia allí directamente, cruzando un parking, lleno de camiones, para ver si había alguna puerta de salida. Sin embargo eso me obligaba a salir de la carretera principal y por tanto abandonar la única zona iluminada del puerto y que tenía un tráfico continuo.

Descarté la idea y seguí hacia donde suponía que estaría la entrada principal. Al final, después de una buena caminata, llegué a la salida en dónde había un control de la gendarmería marroquí.

Nadie me dijo nada, sólo controlaban a los vehículos, pero no a los peatones, así que salí y giré, tenía que retroceder un poco, hacia la medina.

Evidentemente tampoco ahora pregunté a nadie. Justo al salir del Puerto había una plaza dónde también había mucha gente (sólo hombres) parada. Como iba muy rápido tampoco podía darme cuenta, pero estaba lleno de oficinas de las agencias que venden pasajes para los barcos. En Algeciras es exactamente igual y también hay siempre mucha gente pululando alrededor.

De la plaza subía una calle hacia la medina cuya dirección me parecía que era exactamente la que tenía que tomar. La seguí y, a escasos treinta metros, encontré una puerta en la muralla que estaba indicada en el croquis de la guía. Entré por ella.

Efectivamente era una entrada a la medina, y, una vez dentro, el mundo cambió. Mi mochilón se convirtió en un reclamo y fui asaltado por montones de guías falsos que me querían ofrecer cualquier cosa que, se supone, que puedas necesitar.

  • Te llevo al hotel.
  • ¿quieres kifi?.
  • ¿te apetecen mujeres?.

Te ofrecen de todo en menos de un minuto. Si los rechazas, para ganarse tu confianza, te dicen que sólo quieren hablar, te hablan en español, francés e inglés simultáneamente. Si no les contestas algunos te dejan tranquilo, pero otros insisten y se ponen a darte palique a tu lado.

Lo cierto es que si que impacta un poco. ¡Hay tanta gente en la calle!, en la economía informal, buscándose la vida, que todos te asaltan y te agobian porque, la verdad, no estamos acostumbrados.

Además, las medinas (ahora ya he visto unas cuantas) imponen bastante cunado entras por primera vez. Son entramados de callejuelas, normalmente sin tráfico, en dónde es difícil orientarse y dónde se mezcla de todo, suciedad, puestos en la calle, comercios de todo tipo, animales (los más habituales son burros, gatos, y gallinas), pensiones, y sobre todo, mucha gente, olores muy intensos y bullicio.

Mi reacción ante la avalancha de ofertas fue la de tirar para adelante, sin hacer ni caso y apenas contestar a nadie. Los guías falsos son muy pesados, pero no quiere decir que sean peligrosos. Sólo algunos, como en todos sitios. El caso es que fui avanzando con una nube a mí alrededor.

Más o menos, los conseguí rechazar a todos, pero uno, más pesado de lo normal, se puso a mi lado y me soltó el rollo de que sólo quería hablar y de que la gente en Marruecos era muy buena, que si eramos hermanos, etc, etc... Me hablaba en español, supongo que lo dedujo por mi aspecto físico, porque yo no le había dicho nada.

Al final como no me “soltaba”, le dije que no necesitaba su ayuda, y que había estado en Tánger en infinidad de ocasiones. Evidentemente no se lo tragó. Como si no me hubiese escuchado, me preguntó a que hotel iba.

Le dije el nombre de la pensión. El se empeñó en acompañarme aunque yo seguía asegurándole que sabía dónde estaba. A todas estas yo seguía andando a toda prisa, intentando fijarme en algún punto de referencia que me permitiese orientarme. Justo en ese momento, a la izquierda vi unas escaleras, el tipo me dijo que era subiendo por ellas, yo también lo creía, pero me entró las dudas. A ver si este tío quiere perderme nada más entrar en la medina.

Otra la posibilidad era, pasar de la pensión que había legido de la guía (la que se suponía que era mejor dentro de la categoría de las más baratas), y dirigirme a un Hotel más grande y caro que tenía carteles indicativos y seguían la calle principal de la Medina.

De todas formas, no quería renunciar a la primera, y decidí jugármela y subir porque en la guía había leido que para llegar a la calle de mi pensión había que subir unas escaleras, pero, ¿serían esas?.

El tio seguía pegado a mis "faldas" y parloteando. Cuando subimos las escaleras, entramos en una callejuela, en la que cada portal, prácticamente era un hostal, o pensión, cada cual con peor pinta. Cada vez que pasábamos por uno, el tipo me decía el nombre del hotel y si era o no bueno. La verdad es que no insistió mucho en que eligiese ninguno de ellos.

Cada vez sudaba más. Y todo el rato la calle era cuesta arriba.

Yo seguía dudando si iba por buen camino, porque la verdad es que la calle en cuestión tenía una pinta horrible, o si por el contrario el tio había conseguido perderme.

Además incluso, teniendo mi "propio guía", seguían asaltándonos más personas ofreciéndome de todos. !La escena era de locos! En todo caso, lo único bueno de tener un guía, es que el se ocupa de mandar a paso a sus compañeros de oficio.

Al final, y a pesar de que estuve, un par de veces, a punto de darme la vuelta, apareció el cartelito de mi pensión.

Uf!!, ¡Estaba en casa!, ¡A salvo!. Entré en la recepción de un salto sin despedirme del tipo, a pesar de que el me siguió diciendo cosas. Evidentemente no le di dinero, si era eso lo que esperaba, y una vez que estuve con el recepcionista, el tío se batió en retirada y desapareció.

La sensación fue como si hubiese superado peligros mortales. Estaba acojonado.

El recepcionista me parecía un ángel de la guarda. Le pregunté si hablaba español y por supuesto me contestó en mi idioma co bastant fluidez . Le pregunté si tenía alguna habitación libre, cruzando los dedos porque no me apetecía volver a salir a la calle, dónde me imaginaba estaría apostado mi guía, y otra vez me respondió afirmativamente.

Le pregunté el precio de la habitación, porque me sentía en la obligación de regatear , pero en ese momento, con los nervios, el regateo me salió patético.

- 50 dirhams (5 euros). Dijo le recepcionista.
- Perfecto. Contesté.


!Joder!, !menudo regateo!. Me podía haber pedido el doble y hubiese aceptado igualmente. Además el precio es extremadamente barato para los parámetros a los que estamos acostumbrados en España.

Me llevaron a la habitación, por un mundo de pasillos y escaleras, y me encerré en ella. Llamé corriendo a mi contacto en Tánger, pensando que si no la localizaba, iba a quedarme encerrado en la habitación toda la noche. En ese momento no me sentía con fuerzas de volver a afrontar la medina.

Al final salí y no hubo ningún problema. Salí a cenar e incluso a tomar un par de copas. Pero en ese momento estaba sobrepasado. En parte por la realidad y en parte por los prejuicios que me hacía ver peligros dónde no los había y no me permitían relajarme, pensar y actuar con un poco de sentido común.

Es cierto que la medina por las noches, con la mochila, acojona un poco, y tiene un cierto riesgo (la guía decía que esa zona era la más peligrosa de Tánger y que Tánger era de las ciudades más peligrosas de Marruecos, textualmente decía que Tánger no era una ciudad para pardillos).

Sin embargo estoy seguro que el riesgo real es muy inferior lo que yo sentí, que fue exagerado.

Probablemente habrá personas, los más experimentados, que lean esto y les parezca muy Naif mi reacción, y sin embargo a otros, que nunca han hecho un viaje más allá de los que organizar las agencias, les parecerá que corrí riesgos innecesarios y excesivos.

La verdad es que para mí esos momentos de acojone que pasé, también forman parte de las sensaciones de euforia, que tuve cuando comprobé que es posible imponerse a los miedos iniciales y, en pocos días, manejarte con soltura por las medinas de Fez, Marrakech.

Bueno, lo dejo aquí. Otro día contaré el resto de la noche, en la que seguí teniendo sensaciones muy intensas, y como fui pasando, alternativamente, del miedo inicial a la "euforia del viajero".

viernes, 16 de febrero de 2007

Más fotos Costa Rica

He colgado algunas más, porque ayer sólo me dio tiempo a subir las de las primeras etapas del viaje. Tengo muchas de playas enormes, absolutamente desiertas, en las que no veíamos a nadie en todo el día, pero, claro, son demasiado íntimas como para hacerlas públicas.
Supongo que irá cambiando en los próximos años, pero en la península de Osa, cuyo población más importante es Puerto Jimenez (y son cuatro calles), todavía puedes tener sensaciones de estar en contacto con la naturaleza, en un lugar auténtico.
Eso sí, no hay hoteles, únicamente lodges y cabinas, la carretera de acceso es dificil, ni grandes restaurantes. A cambio, no hay casi turistas, de hecho no han incluido la zona en los paquetes organizados que últimamente esta promocionando Iberia y el corte ingles viajes, puedes ir en bici hasta una playa, tumbarte debajo de una palmera, mientas escuchas a los monos aulladores, y, si tienes suerte, ver algún felino en el parque nacional corcovado.
Nosotros repetimos al año siguiente y probablemente, sino este año, al próximo volveremos.
El resto de los sitios, Manuel Antonio, Volcán Arenal, Monteverde y Tamarindo, son muy bonitos, como se puede ver en las fotos, pero están bastante explotados turísticamente.
Una precisión, Costa Rica recibe 1 millon de turistas al año, y bastante repartidos durante los 12 meses. España recibe 60 millones de turistas, concentrados, ptincipalmente, en tes meses. Así que, incluso lo que esta explotado, no es como Benidorm. En Tamarindo, que quizá sea la playa más turística, puedes coincidir con 30 o 40 personas para 2 km de playa. Pero por ejemplo, para mí, eso ya es demasiado.
El caribe tico no lo conozco. Debo ser el único español que, estando en Costa Rica, no ha estado en Tortuguero y debe estar muy bien. Un amigo me ha hablado muy bien de cahuita
Por cierto esta semana no me ha dado tiempo a escuchar mucha música, pero al menos, recomiendo un tema que escuche ayer y me encantó.
  • Brown album Orbital. El corte nº 9: Halcyon + on + on.

En general, todo lo de orbital merece la pena.

jueves, 15 de febrero de 2007

viaje a costa rica en 2005

Hoy he estado revisando algunas fotos del viaje a costa rica de 2005, y voy a colgar en el blog una selección. Aunque no me gusta la idea en algunas salgo, pero es que ese viaje lo hice con compañía y, por tanto, la mayoría de las fotos son de "posados".
Fue un viaje increíble, organizado por nuestra cuenta (sin agencia), y en el que empecé a darme cuenta que no podía esperar 11 meses al año trabajando para tener unas vacaciones de 2 o 3 semanas.
El recorrido fue:
  • Madrid - San José.
  • San José Puerto Jimenez
  • Puerto Jimenez - Dominical.
  • Dominical - Manuel Antonio.
  • Manuel Antonio - Monte Verde
  • Monte Verde- Volcán Arenal.
  • Volcán Arenal - Playa Coco.
  • Playa Coco - Tamarindo.
  • Tamarindo - San José.
A pesar de que cada vez hay más turismo convencional en Costa Rica, sigue siendo un país en el que se puede disfrutar de lugares casi vírgenes, playas desiertas, selvas, animales salvajes, y hospitalidad de la gente.
Especialmente interesante es la visita al Parque Nacional Corcovado que se puede realizar desde Puerto Jimenez o Drake.
En el año 2006, aunque viaje a Panamá, me guardé 5 días para volver a cruzar a Costa Rica y hacer una marcha de 2 días por la selva (se duerme en una estación de los guarda parques).
En los próximos días completaré la información (mapas, alojamientos, etc..) del viaje.

martes, 13 de febrero de 2007

COSAS QUE PENSABA MIENTRAS VIAJABA POR MARRUECOS II; PREJUICIOS Y REALIDAD


Lo reconozco, el día de antes de irme a Marruecos, sólo, sin nada reservado y con mi guía del trotamundos como único apoyo, estaba acojonado. Así, con todas las letras. Era mi primer viaje en solitario, y aunque ahora, después de haber regresado sano y salvo, me parece una tontería, en ese momento había varias cosas que me preocupaban.

En primer lugar esta el desconocimiento del idioma. No hablo ni una palabra de francés y , evidentemente, tampoco árabe.

En general los idiomas no son lo mío, porque en Ingles me puedo defender, pero de forma muy rudimentaria. En cualquier caso tampoco se habla mucho en Marruecos. El español sólo me serviría en la Zona norte (Tánger, Xauen), aunque siempre es un consuelo porque esperaba que los primeros días fuesen los más “duros”.

La realidad fue que, frente a mis miedos, no tuve ningún problema. Evidentemente puede representar una barrera a la hora de establecer relaciones profundas, pero para el 99% de las situaciones cotidianas, la voluntad de entenderse es suficiente. Además, en general, los marroquíes chapurrean de casi todo. Al final de viaje utilizaba una especie de dialecto en el que mezclaba lo que aprendí de francés, inglés y español cunado había algo que sólo sabía decir en mi idioma. Y todo el mundo me entendía a la perfección.

Mi segunda preocupación era la de viajar sólo. ¿Me aburriría, deprimiría?, ¿encontraría otros viajeros con quien compartir el viaje?. No lo sabía, porque jamás había viajado sin familia, amigos o pareja.

En todo caso tenía la suerte de que una amiga había vivido en Marruecos varios años y, aunque ya no residía allí, me facilitó contactos de varias personas para algunos momentos clave del viaje (Tánger, Xauen, Merzouga y Agadir). Además también mi pareja volaría en el puente de diciembre a Marrakech, para pasar unos días juntos (El viaje empezó el 24 de noviembre, así que hasta el 6 de diciembre tenía un par de semanas nada más).

Al principio de viaje, tengo que reconocer que me preocupaba la idea de no “hacer amigos”. Pero era más una preocupación estética, por el ¿que dirán?, que porque realmente estuviese a disgusto. Durante el día me dedicaba a ver todas las cosas que el viaje me ofrecía, y por la noche, tenía que escribir, así que necesitaba tener todo el tiempo para mí.

En un par de momentos del viaje se me acercaron otros viajeros solitarios, uno canadiense y otro noruego, y, tengo que reconocer que no estuve muy simpático, porque, sinceramente no me apetecía compartir mi viaje con unos desconocidos. También es cierto que no me agobió la soledad porque sabía que iba a quedar con gente en varias de las etapas, y porque, por ejemplo en Merzouga, congenié bien con uno de los empleados del hostal en que me alojaba..

En tercer lugar, aunque ni mucho menos el menos importante, estaban mis prejuicios (y los que me había transmitido mucha gente) respecto a la peligrosidad del país. También había recibido muchas advertencias sobre seguros engaños, y para terminar de completar el cóctel de miedo a lo desconocido está la religión.

Casi parece que una persona musulmana rezando resulta amenazadora. Suena ridículo, pero es así. Hay tanto miedo por el terrorismo fundamentalista islámico que hemos llegado a sentir aprensión por manifestaciones religiosas que deberían ser inocuas.

¿Alguien podría sentirse amenazado por un cura católico, o por uno de estos mormones que van por las casa intentando captar adeptos?. Claro que no, pero esta claro que los atentados de los últimos años han generado una predisposición a la desconfianza.

Tampoco voy a decir que no tenga una base lógica, pero sí quizás, por efecto del propio miedo, la reacción sea un tanto exagerada.

Bueno pues esos prejuicios, estaban en mí cuando me monté en el ferrie que cruza de Algeciras hasta Tánger. Unos escasos 30 kilómetros, que a mí, en ese momento, me parecían que separaban galaxias diferentes.
Por culpa de esos prejuicios me sucedieron algunas cosas un tanto ridículas, que, aunque me da bastante vergüenza contar, lo iré haciendo por entregas. Esto es como una terapia.

viernes, 9 de febrero de 2007

UNA SEMANA CON GRIPE.

Hacía muchísimos años (de hecho no recuerdo cuando fue la última vez, así que supongo que fue de niño), que no estaba una semana entera prácticamente parado y metido en casa por una gripe.

Lo cierto es que es más molesto de lo que me imaginaba. He leído mucho menos de lo habitual, porque en cunado estaba más de una hora seguida me empezaba a doler la cabeza. Escribir lo mismo y además, como en casa no tengo conexión a Internet, no podía publicar nada en el blog. Escuchar música, lógicamente, también me daba dolor de cabeza y practicar con el Ableton (el programa de música electrónica), aunque sí lo he explorado algo, también me cansaba.

Ni que decir tiene, que en toda la semana (hasta el miércoles) no he hecho deporte, y ayer jueves, que decidí ir al rocódromo para probarme, he recibido una facturita en forma de fiebre nocturna y la garganta y los bronquios para el arrastre.

En definitiva, ¡un coñazo! ¿Por qué no me podrían pasar estas cosas cuando trabajaba? Ahora que tengo una estupenda vida de ocio y que, en teoría, estaba sano como una lechuga, voy y me pongo enfermo.

Bueno, supongo que en un par de días ya estaré bien.

En cualquier caso, y después de este arrebato quejicoso, os comento lo poco que he podido hacer. He leído dos libritos (por el tamaño):

Un Mundo feliz de Aldous Huxley.
Dos Damas muy serias de Jane Bowles.

El primero, todo un clásico, me gustó, pero menos de lo que esperaba por su prestigio. Una idea que me ha sugerido, es que, el futuro que relata, sería el resultado de mezclar en una coctelera los peores elementos de los modelos socioeconómicos que han marcado el siglo XX, comunismo y capitalismo, y, además, borrásemos los elementos más humanos de nuestra naturaleza.

Dos Damas muy serias, lo elegí porque Jane Bowles es la mujer de Paul Bowles (El cielo protector), y me parecía interesante comparar el estilo y temática de ambos. Además tenía el retrato de la autora porque en Memorias de un Nómada, su marido hablaba mucho del carácter y actividades de su mujer. Esta bien, y se lee muy rápido. La novela fue prologada por Truman Capote que era muy amigo de la pareja.

En cuanto a películas de cine sólo he podido ver dos.

Apocalypto.
El Laberinto del Fauno.

En cuanto a la primera, gustará a aquellos que les gusto Braveheart. Son los mismos ingredientes. Héroes, combates, carreras sin fin y malos malísimos. No digo nada más. He visto algunas críticas que la ponen muy bien. No es aburrida y estéticamente funciona. Para quien le guste este tipo de cine…

El Laberinto del Fauno esta muy bien. Los premios me parecen en este caso merecidos. Y estoy seguro que va a tener un repunte muy fuerte de taquilla. La guión es original, esta bien dirigida y salvo en el caso de Ariadna Gil, bien interpretada. Me parece un buen ejemplo de cómo competir con Hollywood, haciendo cine de una calidad muy razonable.

Bueno, y lo mejor de toda la semana ha sido el descubrimiento de una sesión de música electrónica y que recomiendo claramente. Bien es cierto, que para “iniciados” porque es una sesión de techno de John Acquaviva en Frankfurt, el 19 de febrero de 2005, en el Karrotte Bday. Solo dan ganas de cerrar los ojos y bailar. Una sesión muy redonda de tres horas.

Bueno, me despido, y si la salud lo permite, espero ser más regular en publicando posts en el blog.